El 'bendito' error de nuestro velocímetro que puede salvarnos de una buena multa

La experiencia de la mediciones realizadas a cientos de coches de prueba nos dice que prácticamente el 100 % de los coches que circulan por la calle salen de fábrica con un margen de error en su velocímetro.

Esto es que la gran mayoría están tarados para marcar más velocidad de la que realmente llevamos, lo que puede salvarnos de bastantes y muy serios problemas.

El diferencial no es mucho, la media está entre un 2 % y un 3 %, siempre, o casi siempre, por encima. Lo que significa que a 100 kilómetros/hora el velocímetro del coche realmente marca que vamos a 102 o 103 kilómetros a la hora.

Un colchoncito de seguridad que puede ser muy importante a la hora de recibir una multa por exceder el límite de velocidad de la vía. Puede que pasemos por un radar en una zona de 90 y aunque nuestro coche marque que vamos a 92, no seremos multados. Pues realmente vamos dos kilómetros a la hora por debajo. Independientemente siempre con el margen de error que por Ley también aplica la DGT a sus aparatos de medición.

Este margen de error se ha convertido en un verdadero convencionalismo que afecta tanto a los marcadores de relojes analógicos de toda la vida como a los nuevos de tipo pantalla TFT.

600 euros

Este error puede salvarnos de situaciones más extremas, pues un solo kilómetro de velocidad puede marcar la diferencia. No es lo mismo una infracción grave, que sería circular a 190 en una zona de 120 (500 euros y 4 puntos) y una muy grave, que sería circular a 191 (600 euro y 6 puntos).

Es por ello que si te interesa calcular el del velocímetro de coche de manera tradicional, sólo tienes que cronometrar el tiempo justo que tardas en pasar por dos hitos kilométricos consecutivos de una autopista, manteniendo una velocidad uniforme de 100 kilómetros/hora. Aplica la fórmula correspondiente y sabrás a la velocidad real a la que has circulado.

Si quieres hacerlo de forma más precisa y sencilla, coge un GPS con navegador, sirve el de tu teléfono móvil, ponte a 100 kilómetros por hora y mira la velocidad que marca el dispositivo. Aplica siempre ese diferencial porque es proporcional a la velocidad que llevemos y no varía con el tiempo.