El operador de cámara del Pegasus junto a la bola radar para mediciones

El operador de cámara del Pegasus junto a la bola radar para mediciones

Sanciones

Los cinco puntos débiles de los helicópteros de la DGT que invalidan sus multas

Los temidos helicópteros Pegasus pueden identificar correctamente hasta 400 matrículas por minuto

El reciente accidente de uno de los 13 helicópteros Pegasus con los que cuenta la Dirección General de Tráfico los ha vuelto a poner de actualidad. Son una de las armas más sofisticadas con las que cuenta la DGT en su arsenal para perseguir conductores e infractores.
Pero el hecho de tratarse de un sistema de radares y cámaras montado sobre un helicóptero los hace especialmente vulnerables, tal y como hemos visto recientemente. Para empezar el sistema de medición es por láser, lo que lo hace especialmente sensible. En condiciones normales debe fijar su objetivo durante 10 segundos para que las tres mediciones que debe realizar sean válidas, muy complicado en caso de que haya un puente o similar de por medio.

Triple medición

Después, y pese a que tiene capacidad para medir a 2,5 kilómetros de distancia, por ley tan solo puede hacerlo a una distancia entre 300 metros y un kilómetro de distancia del vehículo controlado. Una vez certificada la infracción, ya sea de velocidad u otro motivo, se manda directamente desde el helicóptero hasta el centro de tramitación de sanciones de León.
El helicóptero Pegasus en pleno vuelo

El helicóptero Pegasus en pleno vuelo

En condiciones normales son capaces de poner más de 100 multas a la hora y controlar hasta 400 matrículas por minuto, pero tienen una serie de limitaciones físicas muy importantes que no les permiten estar en vuelo demasiado tiempo ni realizar todas las mediciones de velocidad que querrían. Entre otras cosas le afecta el mal tiempo o la propia autonomía de vuelo. Estas son sus principales limitaciones.
  • Zonas Operativas: Hay zonas en España en las que no operan al no tener una base cercana, lo que provoca que haya áreas donde directamente es imposible que multe, como por ejemplo en las Baleares o las Canarias. Su base operativa habitual es el aeropuerto de Cuatro Vientos en Madrid.
  • Consumo: Estos pájaros del aire tiene un consumo a la hora en torno a los 450 litros, con un depósito que no llega a los 700 litros, lo que genera que su autonomía máxima no alcance a las dos horas.
Pantalla interior del operador de cámara

Pantalla interior del operador de cámara

  • Iluminación: Solo operan durante el día, así como con condiciones de visibilidad excelentes. No operan con sistemas de visión nocturna ni infrarrojos, por lo cual en los días de niebla, bruma o de noche es imposible que te encuentres con uno.
  • Climatología: Por seguridad tampoco operan con viento fuerte, ni con lluvia o granizo, en este caso y aunque pueden volar el protocolo hace que no salgan de la base de operaciones en estas condiciones.
  • Límites de velocidad: En la actualidad son capaces de medir velocidades entre 80 y 360 kilómetros a la hora, lo que supone que en travesías de 50 km/h y zonas similares no puedan medir excesos de velocidad

Detectores en el móvil

Las condiciones técnicas establecidas por los organismos nacionales de homologación de mediciones son muy estrictas, lo que puede provocar numerosos anulaciones de multas. Para ello, el perjudicado debe emitir un pliego de descargo en la DGT con las alegaciones pertinentes.
Adicionalmente y aunque no se trata de un punto débil del helicóptero, la existencia de aplicaciones para el móvil como el Flightradar24 y similares desvelan su presencia en tiempo real, lo que puede servirnos de ayuda a la hora de saber el territorio por el que se mueve el pájaro.
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