Práctico
Combustible premium o low cost: ¿con cuál gasta menos tu coche?
Más allá del precio, las diferencias entre las estaciones de servicio de primera categoría y las baratas pueden afectar incluso al consumo de un vehículo
Las diferencias reales entre el combustible de primeras marcas o el de las compañías low cost sigue siendo una de las principales incógnitas que rodean a los coches con motor térmico.
La realidad es que, tal y como hemos explicado ya en numerosas ocasiones, en ambos casos el carburante tiene un origen común, pues es distribuido por Exolum, la compañía que sustituyó a la empresa oficial CLH (Compañía Logística de Hidrocarburos) para estos menesteres.
Calidad clave: los aditivos
Es cierto que pese a que el combustible en sí es el mismo, hay diferencias cualitativas importantes si nos referimos a los aditivos.
Se trata de componentes que modifican las cualidades de los combustibles y que cada estación de servicio añade a su gusto, algo así como una fórmula magistral que distingue a cada compañía distribuidora.
Fórmula magistral
En este caso algunos de los aditivos los añade la propia Exolum antes de su distribución, mientras que otros los añade la estación de servicio ya en sus tanques. Estos aditivos tienen diversas funciones. Si bien no pueden afectar al consumo en sí, afectan a otras variables relacionadas con el mismo.
Estos aditivos reducen por ejemplo la oxidación del motor, limpian los inyectores y evitan que el combustible haga espuma. Este último punto es la clave que puede marcar diferencias en el número de kilómetros que puede recorrer un coche con uno y otro combustible.
Estos aditivos antiespumantes permiten que entre más combustible en el depósito de carburante, pues al reducir la espuma lo que hace es que entre más gasolina o gasóleo.
Menos espuma, más carburante
Sin duda una de las principales claves a la hora de hablar de autonomía, una diferencia de dos o tres litros por depósito es más que suficiente para modificar la autonomía de un coche. En este caso podemos ver los resultados de autonomía de ambos combustibles en este vídeo distribuido en redes sociales.
En materia de calidad lo importante no es tanto la petrolera que identifica a la estación de servicio como el estado de conservación de la propia gasolinera.
Una gasolinera nueva y con los tanques en buen estado es sinónimo de combustible ‘limpio’ y sin posos. En este caso los posos e impurezas son los responsables de gran parte de las averías que provienen del combustible.
Estos residuos atascan los filtros del coche, así como los propios inyectores, generando averías de miles de euros que obligan a sustituir desde el depósito a los conductos, filtros y en ocasiones el propio motor.