
Consejos para saber cómo debes usar la recirculación de tu coche
Práctico
El botón que mejora la calidad del aire y baja el consumo de tu coche del que no conviene abusar
Se trata de una función poco conocida que tienen todos los coches y genera múltiples beneficios, aunque hay un buen motivo para no abusar de ella
Los coches son un sistema mecánico cerrado y casi perfecto, en el que cualquier acción que hagamos puede influir sobre variables como el consumo, el comportamiento o las emisiones.
El problema es que es habitual que nadie o casi nadie se lea el manual de instrucciones. Es curioso que muchos se leen de cabo a rabo el manual de instrucciones cuando se compran un microondas de 200 euros, pero en cambio ni abren el del coche, que cuesta unas cuantas decenas de veces más.
Léete las instrucciones
Si lo hiciéramos descubriríamos secretos o curiosidades como los múltiples beneficios que aporta el uso de este pequeño botón con una flecha dentro, un pequeño botón que activa lo que técnicamente se conoce como recirculación de aire.

Este pequeño botón activa esta función
Lo primero y más importante que hay que tener en cuenta es que el aire del interior está ya climatizado, lo que significa que está ya frío o caliente y el coche no tiene que enfriarlo ni calentarlo, lo que básicamente se traduce en un ahorro de combustible que puede llegar hasta un 10 %.
Tu coche gasta menos
Por si esto fuera poco ayuda a enfriar o calentar el habitáculo más rápidamente, porque lógicamente es más rápido poner a la temperatura adecuada este aire que el que viene de la calle.

Hay coches que ofrecen recirculación automática
Por otro lado al tomar aire interior evitamos humos y malos olores que puedan venir del exterior del vehículo, lo que mejora su calidad, otro de sus principales beneficios, todo ello sin olvidar que forzamos menos la mecánica del aire acondicionado, que tiene menos carga de trabajo.
Pero no todo podía ser bueno, hay que tener en cuenta que no conviene abusar de esta función por un motivo muy sencillo, al no renovarse el aire puede provocar malos olores y humedad por condensación en las toberas de circulación de la climatización, lo que a la larga puede generar incluso hongos y bacterias.