José Lladó Fernández-Urrutia fue un político y empresario españolEFE
José Lladó (1934-2024)
Un gigante del empresariado español
Su pasión por la política y la empresa no le impidieron durante toda su vida concentrarse en su amor por el arte, su interés por la filosofía y su afición a la política exterior
Nació el 29 de marzo de 1934 en Madrid, donde ha fallecido el 14 de febrero de 2024
José Lladó Fernández-Urrutia
Empresario
Fue el fundador y presidente de la gran empresa Técnicas Reunidas, que presidió hasta 2020. Durante la transición fue ministro de Transportes y Comunicaciones y ministro de Comercio en los gobiernos de Adolfo Suárez. Posteriormente, desde 1978 hasta 1982 fue embajador de España en Washington, con Marcelino Oreja de ministro de Asuntos Exteriores. Fue el primer presidente del Real Patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (1986-1994). Fue patrono fundador y vicepresidente del Colegio Libre de Eméritos, patrono de la Fundación Príncipe de Asturias, presidente del jurado de las Artes del Premio Príncipe de Asturias desde 1991 y presidente de la Fundación Xavier Zubiri.
Yo sabía quién era José Lladó, quien no, después de haber sido brillante ministro de Transportes y de Comercio en el gobierno de Adolfo Suárez en la primera etapa de la Transición, pero no le conocí personalmente hasta que llegó a Washington en 1978 como Embajador de España, puesto en el que yo servía en un destino de mi carrera diplomática.
Recuerdo que nos causó a mí y a mis compañeros una formidable impresión. Hombre rápido, ejecutivo brillante, con pasión por aprender el difícil oficio de representar a una nueva España en un país que nos miraba con recelo y con una gran capacidad de relacionarse a nivel humano con su equipo y con el sofisticado mundo político de Estados Unidos.
Su misión fue un éxito. Logró captar el interés y la simpatía del Partido Demócrata, que siempre nos había tratado con desconfianza y mantuvo las buenas relaciones con el Partido Republicano. Se acercó al mundo hispano hasta entonces ignorado y obtuvo su apoyo a nivel político a la nueva democracia española. Su figura irradiaba el dinamismo y la confianza en el futuro de aquella nueva España de la Transición. Nuestras relaciones a todos los niveles se multiplicaron y dejó claro cómo un embajador político puede triunfar si es capaz de transmitir los valores del país que representa.
En 1982 volvió a España y abandonó la política activa para dedicarse a su empresa, Técnicas Reunidas, que había fundado en los años sesenta y cuya gestión había abandonado en su etapa como ministro y embajador. Éramos ya muy amigos entonces y tuve ocasión de apreciar a lo largo de los años cómo, con su gran capacidad de trabajo y su brillante gestión, convirtió a Técnicas Reunidas en la primera empresa española de ingeniería en el sector químico y de hidrocarburos con una extraordinaria proyección internacional, posición que mantiene hasta el día de hoy bajo la presidencia de su hijo Juan que tomó el relevo en 2020.
Su pasión por la política y la empresa no le impidieron durante toda su vida concentrarse en su amor por el arte, su interés por la filosofía y su afición a la política exterior. Fue el primer presidente del Real Patronato de Museo Nacional de Arte Reina Sofía(1986-1994) y presidente del Jurado de las Artes del Premio Príncipe de Asturias, presidente de la Fundación Xabier Zubiri, patrono Fundador y Vicepresidente del Colegio Libre de Eméritos Universitarios y presidente y Fundador del INCIPE.
En toda esta trayectoria de excelencia, lo que nos transmitía a los que tuvimos la fortuna de conocerle, tratarle y gozar de su amistad era su gran ansia vital por hacer las cosas bien, actuar conforme a los valores cristianos que eran la razón de su vida y compartirlo todo con Pilita con la que formaba un matrimonio ejemplar e inseparable.
Fue siempre un ávido lector con una intensa curiosidad por todos los grandes temas intelectuales, coleccionista de arte apasionado por la pintura contemporánea, gran amigo de sus amigos con quien gustaba reunirse para hablar de los temas que le motivaban: la política, la filosofía y las relaciones internacionales y gran amante de la naturaleza del campo y de la caza.
Gracias José, por el ejemplo de tu vida y por el legado que nos dejas de excelencia moral e intelectual, de humanidad y de afecto. Te recordaremos siempre.
