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29 de abril de 2024

HorizonteRamón Pérez-Maura

Hacia la guerra nuclear

El secretario general de la OTAN ha reaccionado con toda claridad: «Con la decisión de hoy sobre el Nuevo START, toda la arquitectura del sistema de control de armas ha sido desmantelada». Una decisión del Gobierno ruso que cuenta con el apoyo de parte del Gobierno del Reino de España.

Actualizada 01:30

Cuando los conflictos armados se prolongan en el tiempo tendemos a desviar la atención y olvidarnos por un rato de lo que está ocurriendo. La guerra de Ucrania, que hace un año parecía un conflicto de semanas, no tiene hoy un final previsible en términos temporales. Es la operación militar más importante que ha ejecutado el Kremlin desde que la Unión Soviética invadió Afganistán a finales de la década de 1970. Y no está de menos recordar que igual que ocurrió allí, en Ucrania las fuerzas invasoras se han enfrentado a una dura resistencia y han perdido aproximadamente la mitad del territorio que conquistaron en las primeras semanas de la agresión. Y como estamos viendo, el último intento ruso de recuperar territorio alrededor la localidad de Bakhmut se ha bloqueado.
En ese escenario, el dictador ruso ofreció ayer un discurso en Moscú. Fue pronunciado ante los parlamentarios rusos, pero también iba dirigido al mundo entero porque volvió a poner sobre la mesa la amenaza nuclear al decir que Rusia suspende el cumplimiento del Tratado START III, o Nuevo START, de desarme nuclear firmado por Estados Unidos y Rusia el 8 de abril de 2010. Y de la misma, anunció también la organización de nuevos ensayos nucleares para preparar a las fuerzas de disuasión nuclear del Ejército ruso a estar listas para actuar. Como es lógico, muchos quieren creer que esto son bravatas. Pero el problema con Putin es que tiene la pertinaz costumbre de cumplir todas las amenazas que perpetra. Como anticipó en El Debate el pasado 8 de mayo el Archiduque Carlos de Austria en su artículo «¡Son los valores, imbécil!»: «Los observadores bien informados solo esperan a que se utilicen las armas NBQ; no se preguntan si ocurrirá, sino cuándo. Por eso, el argumento de que no debemos presionar a Putin, ya que podríamos empujarle a utilizar armas de destrucción masiva, va en una dirección completamente equivocada. La decisión ya está en su doctrina, y si los rusos quieren un detonante para alguna acción, nunca se han privado de producirlo o fingirlo ellos mismos.» Putin cada vez nos da más indicativos que apuntan a que esa hora ha llegado con el uso de armas nucleares tácticas.
Claro que, como en tantas otras agresiones rusas, él ha ido probando y no ha pasado nada. Lo hemos dicho muchas veces: cuando invadió Crimea no pasó nada así que ha seguido agrediendo. El mes pasado el Departamento de Estado norteamericano envió un informe al Congreso en el que afirmaba que Rusia había violado el Nuevo START al negarse a permitir inspecciones sobre el terreno y rechazar discusiones con la Administración norteamericana sobre el cumplimiento del tratado. No parece que haya pasado mucho.
El secretario general de la OTAN ha reaccionado con toda claridad: «Con la decisión de hoy sobre el Nuevo START, toda la arquitectura del sistema de control de armas ha sido desmantelada». Una decisión del Gobierno ruso que cuenta con el apoyo de parte del Gobierno del Reino de España.
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