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03 de mayo de 2024

Vidas ejemplaresLuis Ventoso

Discurso de investidura de Sánchez Pérez-Castejón

«Hemos cerrado la legislatura como líderes de paro en la UE, derrotando incluso a Grecia, y prometo que seguiremos progresando»

Actualizada 09:56

Abarrote y expectación máxima en el Congreso en la sesión de investidura del candidato Sánchez Pérez-Castejón. El interfecto atraviesa el hemiciclo encantado de haberse conocido, como si se estuviese admirando en un espejo invisible, y sube a la tribuna del Congreso, donde con una sonrisa de ganador comienza a desgranar su discurso de investidura:
Señora presidenta, señoras y señores diputados, buenos días:
Vengo aquí a ofrecer una alternativa progresista, una coalición de progreso que nos permita seguir avanzando en derechos, libertades y prosperidad. La pasada legislatura ha concluido con España como líder de paro de la UE, con el 11,5 % frente a un 5,9 % de media comunitaria. Nos podemos congratular de que ya superamos incluso a Grecia. Y este hito lo hemos logrado a pesar de que hemos manipulado los datos del desempleo, reduciéndolo con el truco de los fijos discontinuos. En paralelo, creo que es digno de resaltar que con el Gobierno de la coalición progresista el poder adquisitivo de los españoles y españolas sigue por debajo del de antes de la pandemia , mientras que la deuda pública ya alcanza los 1,5 billones de euros. Nuestro compromiso es que seguiremos en esa línea de avance progresista.
En el capítulo de regeneración democrática nadie puede dudar de nuestras intenciones. A las pruebas me remito. Hemos maniatado a los jueces, e incluso los hemos insultado desde el Gobierno. Hemos convertido al Tribunal Constitucional en un perfecto apéndice del Ejecutivo. Hemos puesto al CIS y a TVE al servicio del PSOE. Hemos convertido las ruedas de prensa institucionales del Consejo de Ministros en un mitin. Tenemos a una ministra portavoz sancionada por hacer propaganda desde plataformas institucionales, a un ministro del Interior derrotado en tribunales por despedir injustamente a un alto mando de la Guardia Civil, y a una vicepresidenta económica que tuvo que dar marcha atrás cuando la pilló la prensa en un caso de nepotismo de libro, intentando enchufar a su marido en Patrimonio Nacional. Por último, yo mismo estoy condenado doblemente por el TC, por encerrar inconstitucionalmente a los españoles con un estado de alarma abusivo. En resumen, a este proyecto progresista nadie le gana en regeneración democrática.
Por supuesto, no puedo dejar de referirme a los avances sociales. Hemos hecho más pobres a los españoles con nuestra obsesión con el cambio climático, y además nos hemos negado a informarles del coste para sus bolsillos de nuestras fijaciones verdes. Hemos soltado a más de un millar de violadores por la torpeza legislativa de una energúmena a la que admití como ministra por imperativo de los populistas de Podemos. Somos tan feministas que se están batiendo también récords de asesinatos de mujeres. Hemos creado una ley trans tan delirante que ya hay tíos de pelo en pecho y barba de Papa Noel queriendo registrarse como mujeres por pura picaresca. También hemos devaluado el esfuerzo educativo y despreciado el mérito. Nos hemos convertido además en paladines mundiales de la moderna subcultura de la muerte. Ya somos de los más guais en aborto y eutanasia y de los peores en ayudas a la natalidad y cuidados paliativos.
Acabo. Este proyecto progresista que presento no se puede entender sin un moderno plan de desinflamación en Cataluña. Tras haber reformado el Código Penal a las órdenes de Junqueras para que tengan barra libre la próxima vez que quieran dar un golpe de Estado, ahora vamos a amnistiar a Puigdemont y todos sus cómplices. Además ya estamos quedando en privado con nuestros aliados progresistas de Junts y ERC para ir amañándoles alguna forma de consultilla de autodeterminación, que llegado el día Cándido se encargará de colar por las tragaderas de un TC progresista al servicio de Mi Persona. Con la amnistía modernizaremos las instituciones, dejando a la altura del betún al Rey por su rancio discurso contra el golpe de Estado de octubre de 2017, superado ahora con un perdón universal a los demócratas-golpistas.
Creo que este proyecto progresista, concebido siempre dentro del marco de la Constitución, merece el apoyo de sus señorías y señoríos. Muchas gracias, y si España se va al carajo, a mi no me busquen, que ya me habrá encontrado Úrsula un buen chollete en algún un chiringuito de la Agenda 2030.
(Aplausos encendidos de la bancada del PSOE y mayoría absoluta en la votación de investidura).
(Posdata: La democracia española va viento en popa, cada vez es de más calidad. Ayer, Yolanda Díaz se fue a ver al Rey en la ronda de consultas y salió dando por sentado y anunciando que el Felipe VI propondrá a Sánchez para la investidura, adelantándose así al propio monarca. Aquí ya da todo igual).
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