Todos con Marisú
Entiendo a la perfección que los servicios de seguridad de La Moncloa se hayan opuesto con firmeza al deseo de Sánchez de asistir al funeral acompañando a los Reyes. Y asumo también la ausencia de Marlasca y de Margarita Robles. También amenazados por los violentos escoberos. Lincoln, Eduardo Dato, Sánchez… Apruebo la medida
Sánchez no acompañará a los Reyes al funeral que se celebrará en Valencia por las víctimas de la riada que se puso evitar y no se dio el caso. A última hora, si Dos no lo remedia, acudirá Marisú con unos adláteres escogidos al tuntún. A los Sánchez les da bastante susto acudir a la capital del viejo Reino, y el susto es comprensible. Preocupa la posible asistencia del terrorista de ultraderecha que le intentó propinar un escobazo en Paiporta. Pienso en la escena y se me erizan como escarpias los vellos de mis sufridas cejas. Ghandi, Kennedy, Sánchez… Aquel desmadejamiento de nuestro líder nacional, aquella indefensión, aquellos escoltas llevándolo en volandas hacia el coche de seguridad, aquellas inesperadas máculas gayumberas, aquel pánico institucional, aún me hieren los paisajes de mi memoria. Aznar sufrió un terrible atentado. La ETA —hoy Bildu—, estuvo a punto de asesinarlo. Y lo primero que hizo, entre el humo, la pólvora y el desconcierto, fue preguntar a su conductor si estaba bien. Claro, que lo de Aznar fue una bomba con metralla, no un escobazo fallido. Y lo de Alejo Vidal-Quadras. Un disparo a bocajarro en el rostro. Y Alejo apoyado en un coche y animando a los que acudieron a socorrerlo. Atentaditos si los comparamos con la intención de los energúmenos de Paiporta. Para colmo, organizan un funeral y pretenden que acuda el dirigente acosado por aquella multitud de tres personas. Entiendo a la perfección que los servicios de seguridad de La Moncloa se hayan opuesto con firmeza al deseo de Sánchez de asistir al funeral acompañando a los Reyes. Y asumo también la ausencia de Marlasca y de Margarita Robles. También amenazados por los violentos escoberos. Lincoln, Eduardo Dato, Sánchez… Apruebo la medida.
No obstante, y por fortuna, contamos en España con muchos héroes que se jugarían el pellejo por tener el honor de representar a Sánchez, a su Gobierno, al Tribunal Constitucional, a la Fiscalía, a RTVE, y a la entidad bancaria de las once cuentas corrientes de Begoña Gómez, acudiendo al funeral de Valencia. Y gente importante. Sin ir más lejos, Rosa Villacastín.
O en el caso de imposibilidad por compromisos previamente «agendados», glorias nacionales como Almodóvar, Wyoming o Cerdán, que no es ministro, y por ende, no puede ser objeto de insultos o desaprobación canora. El padre Ángel no. El padre Ángel ha perdido un poco el rigor de las medidas, y si acude, es muy capaz de sugerir al actual arzobispo de Valencia que le ceda el protagonismo oficiante. Todo, menos provocar un magnicidio a escobazos. El Zar Nicolás II, Lumumba, Sánchez…
Sánchez, según las encuestas, tiene todavía un 30 % de españoles dispuestos a votarle. Entre ese 30 %, alguno habrá disponible para representarlo en Valencia, aparte de Marisú, que es representante confusa. En ella se apoya Sánchez. Cuando un líder mundial se enfrenta, como él lo hizo, a cara descubierta y gayumbera estercolada, a tres arruinados por la riada, es lógico que no quiera repetir la experiencia. «Si quieren ayuda, que la pidan». Y eso es lo malo. Que la van a pedir. Y Marisú lo apuntará en su libreta. Lo bueno es que la ayuda es una promesa gaseosa, que se puede prometer y al cabo del tiempo, pierde actualidad y todo lo que pidan los valencianos se lo llevan los marroquíes de Marlasca, que hay que ver lo que quiere Marlasca a los marroquíes, lo cual nada tiene que ver con este artículo, pero me gusta recordarlo para seguir creyendo en la bondad del ser humano. Todo, menos exponer a Sánchez al peligro de un escobazo fallido. Cánovas, Canalejas, Sánchez..
De cualquier manera, una buena parte de la tragedia es consecuencia de la incompetencia o voluntad torcida de Sánchez. Y creo que haría bien en demostrar su coraje y acudir al acto religioso que se ofrece por las almas de los desaparecidos y los cuerpos de los devastados.
Valencia tiene un estupendo aeropuerto. No es necesario que viaje por tierra y exponerse a los insultos de la gente. Esa gente… que sabrá esa gente. Del aeropuerto a Valencia, helicóptero. Puede incluso, si las cosas se ponen feas, disfrazarse de fallera. Se cambia en la sacristía de la catedral, y terminado el funeral, pasa de nuevo por la sacristía y se vuelve a vestir de fallera. En Valencia no se insulta a las falleras, y menos aún, se producen acciones violentas contra ellas. Para mí, que Sánchez, aún a riesgo de su vida, haría bien en acudir al funeral. Pero hay que ser humano y comprensible con quien ha soportado con integridad el vuelo de una escoba que no logró su objetivo. Pero alguien tiene que haber que sepa y se atreva a ser su representante. ¡Marisú! La princesa de Triana. Todos con ella.
El Ché, Ceaucescu, Sánchez…