Fundado en 1910
Vidas ejemplaresLuis Ventoso

El desguace de España y la derecha a bofetadas

La inmensa mayoría de los votantes de derechas quieren que PP y Vox trabajen juntos para echar a Sánchez, que es lo urgente, no que se peleen

Act. 04 mar. 2025 - 10:10

Siendo España un formidable país, y de una calidad de vida fuera de lo común, presenta dos talones de Aquiles que no sufren otras grandes naciones occidentales, ni tampoco países de menor peso, como nuestra vecina Portugal o la rezagada Grecia.

Nuestra doble singularidad estriba en lo siguiente: 1. —Somos los únicos que tenemos nuestra integridad territorial amenazada por movimientos separatistas, que siendo minoritarios deciden a su capricho la gobernación del Estado merced a una imperdonable rendición del Partido Socialista, que sarcásticamente todavía se apellida «Español». 2. —Somos los únicos que soportamos un proceso de erosión manifiesta de los pilares institucionales y de la propia democracia. Un ejemplo: padecemos al único Gobierno europeo que insulta casi a diario a jueces y periodistas que le resultan díscolos.

Como rezaba aquel viejo lema turístico de Fraga, «Spain is different», somos la única nación de su entorno que corre el riesgo de partirse y la única que soporta a un gobernante con un proyecto autocrático de poder perenne de su ideología. Ambas amenazas convierten nuestra situación política en excepcional. Una emergencia que obliga a la oposición a centrar todas sus fuerzas en ella, sin dispersarse, y desde luego sin quemar energías liándose a mamporros entre sí para la felicidad de Sánchez.

Hace unos días tuve ocasión de asistir a un acto de la plataforma NEOS, que lidera con más moral que el Alcoyano y mucho éxito el veterano e incombustible patriota Jaime Mayor Oreja. Caía la tarde de un lunes, pero aquel auditorio madrileño estaba abarrotado, con unas quinientas personas, porque no toda la sociedad española está anestesiada. Hablaron varios oradores y la última fue Rosa Díez, que ha pasado de las filas del PSOE a mantener un rotundo discurso contra Sánchez. En un momento dado, Díez criticó el enfrentamiento entre PP y Vox y abogó de manera enérgica por que se entiendan. «Uy —me dije para mis adentros—, le va a caer un abucheo fino, porque los forofos de los dos partidos no quieren eso». Pero para mi sorpresa —y satisfacción— el público, gente de derechas, la interrumpió con un aplauso cálido y espontáneo.

Sé que llegados a este punto del artículo algunos lectores habituales que participan en los comentarios ya estarán haciendo dedos para lanzar sus clásicos de cada día. De un lado: «PP y PSOE son lo mismo y Frijolito, un blando. Solo queda Vox». Del otro: «Vagascal tiene un chiringuito que no va ningún sitio, y ahora, de propina, se ha vuelto putiniano».

Pero en contra de lo que piensan los más cafeteros de ambos partidos, ese no es el sentir de la mayoría de los votantes de la derecha, según observo de manera tozuda en mi pequeño laboratorio sociológico de amigos y conocidos. Lo que quiere la gente que apoya a esos dos partidos es que dejen de una vez de darse bofetadas, que se concedan una tregua para hacer frente juntos a la urgencia suprema: Sánchez está destrozando España y si en 2027 logra seguir en el poder con su coalición antiespañola entraremos en un camino sin retorno.

Sabemos que estamos pidiendo peras al olmo. Pero como los olmos —y los alcornoques de ambos partidos, que los hay— no espabilen, vamos a tener Sánchez hasta el 2030. Echar al PSOE del Gobierno es una urgencia. Así que, por favor, menos Washington y menos Zelenski y más centrarse en lo nuestro, porque mientras jugamos a la geopolítica —donde no pintamos nada— nos están dejando España como un cromo.

Hace dos semanas llegó el perdón de 17.000 millones del pufo separatista, abonados en el mostrador del golpista Junqueras. Anoche se cedieron a Cataluña las competencias en inmigración como pago al golpista Puigdemont (algo que no ocurre en ningún Estado del mundo). Sánchez está comprándose su colchón en la Moncloa mediante el desguace de España. ¿Van a seguir PP y Vox con su guerrita, o van a anteponer de una vez la patente emergencia nacional a sus ombligos partidistas? Tiempo habrá derrotado Sánchez de dirimir sus legítimas diferencias.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas