Díaz Ayuso, con un par
La razón de ser de la traducción simultánea es que dos personas que carecen de un idioma que hablen ambos, puedan comunicarse con la ayuda de un tercero. ¿Cree alguien que ese caso se va a dar hoy en Barcelona?
Llevamos meses haciendo el ridículo en Europa con la cuestión de nuestras lenguas regionales. No hay ni previsión de que la voluntad de Puigdemont se pueda imponer. Así que, como no hay manera de lograr una mínima victoria relevante en Europa, vamos a ver si logramos una pírrica en Barcelona.
Ya es curioso que cuando los presidentes autonómicos tuvieron su anterior cumbre en el palacio de La Magdalena de Santander hace seis meses, a nadie se le ocurrió que fuese necesario proveer de traducción simultánea a los presidentes de Cataluña, País Vasco y Galicia. Ni en Santander ni en ninguna otra de las cumbres de presidentes autonómicos que se ha celebrado hasta la fecha. Por la sencilla razón de que hablan un castellano igual de bueno que el resto de los asistentes. La razón de ser de la traducción simultánea es que dos personas que carecen de un idioma que hablen ambos, puedan comunicarse con la ayuda de un tercero. ¿Cree alguien que ese caso se va a dar hoy en Barcelona? Por supuesto que no.
La única razón de que a estas alturas se decida introducir el uso de lenguas regionales en esta cumbre es seguir seduciendo al voto independentista en el País Vasco y Cataluña. No hay más. Salvador Illa lleva tiempo robando votos a Junts y con gestos como éste respaldado desde Moncloa da un paso más para convertirse en la referencia del separatismo catalán. Sí, dirán que es un moderado que ha calmado la situación. Pero la única razón por la que ha cambiado el panorama político en Cataluña respecto a 2017 es porque el PSOE ha asumido prácticamente todos los postulados del independentismo. Y pretender ahora imponer el uso de las lenguas regionales en una cumbre de ámbito nacional es una humillación para el resto de los españoles.
Es por ello por lo que acertó Isabel Díaz Ayuso cuando anunció ayer ante la Asamblea de Madrid que ella no se va a poner pinganillos y si alguien usa una lengua que no es el español, ella abandonará la cumbre. Y es más que probable que veamos esta escena hoy. Porque Díaz Ayuso no se caracteriza por achantarse. Y llegados hasta este punto, parece difícil que después de solicitar Illa y Pradales que se contrate la traducción simultánea finalmente decidan no emplearla. Con ello se demostrará que la cumbre se emplea para cualquier cosa menos para resolver los verdaderos problemas de las comunidades autónomas en su relación con el Gobierno de la nación.
Díaz Ayuso confiesa tener pocas expectativas ante la conferencia de hoy, que a su juicio «solo sirve para gloria del presidente», que «no gobierna las comunidades autónomas y las respeta bastante poco», según afirmó en la Asamblea Regional madrileña. Aun así, ha dicho que acudirá a Barcelona «por coherencia», para escuchar «al resto de los presidentes», «por no desairar a los catalanes» y para señalar a «toda la mafia» del Gobierno y el PSOE. Una vez más, Ayuso demuestra que es capaz de actuar con un par. Ojalá se prodigase el ejemplo.