Qué pasa en el Congo
Hoy, el Congo, es una nación rica habitada por hambrientos, mendigos, y delincuentes. Y prueba de su riqueza es que han invertido en el FC. Barcelona, 40 millones de euros. En señal de gratitud, el desencuadernado club barcelonés, permitirá a la selección congoleña que dispute un partido en el 'Nou Nou Camp'
'¿Qué pasa en el Congo?' además de una pregunta, es una canción que interpretó con gran éxito Dodó Escolá. Su autor podría haber sido el batutas Sánchez, es decir, David Azagra, pero aún no había nacido nuestra gloria universal, autor de la inigualable Danza de los Chirimoyas. El término del durísimo y brutal período colonial de los belgas, motivó un odio profundo a los blancos, y posteriormente las diferentes etnias y movimientos políticos se liaron a tiros. El principio argumental de la sublime balada se inicia de este modo. «¿Qué pasa en el Congo, qué pasa en el Congo? Que a blanco que pillan lo hacen mondongo». Y tenía una bellísima fase, de esas que enamoran y alegran los corazones ardientes. «Katanga, Lumumba, Lumumba, Katanga, ¡Menuda mandanga que allí se formó!». Por su letra desfilan todos. Lumumba, Tshombé, Kasavuvu y Mobutu, que al final, fue el que se quedó con el Congo, sus riquezas y su ruina, que aún persiste.
Hoy, el Congo, es una nación rica habitada por hambrientos, mendigos, y delincuentes. Y prueba de su riqueza es que han invertido en el FC. Barcelona, 40 millones de euros. En señal de gratitud, el desencuadernado club barcelonés, permitirá a la selección congoleña que dispute un partido en el 'Nou Nou Camp' –cuando se acaben las obras–, que será imprescindible para eliminar la corrupción en el Congo, amén de una ducha de satisfacción y orgullo para aquel pueblo mártir pero aguerrido. Un Estado africano que pueda permitirse el lujo de prestar 40 millones de euros al Barça de 'Joan' Laporta, sólo puede responder a una economía floreciente y trepadora, como una buganvilla crecida desde la imaginación.
Figúrense leer esta noticia: «Con el fin de obtener el dinero necesario para indemnizar a Vinicius por su despido, el Real Madrid recibirá 40 millones de euros en préstamo de la República de Dahomey».
Como madridista, sinceramente, prefiero quedarme con Vinicius –y todo lo que conlleva este chico–, que depender de préstamos de la República de Dahomey. Lo del Barcelona y el Congo me suena a una divertida chapuza, a una nueva trampa de Laporta para tener sitio asegurado en la barca de salvamento en un posible naufragio, que a medio plazo, se me antoja inevitable, siempre que los separatistas no exijan al Gobierno español una cesión multimillonaria de fondos. Los enfermos de ELA pueden seguir esperando, a pesar de que su líder, Unzué, fue un gran portero del Barcelona.
«Y llegó Kasavuvu, que mandaba en el Congo, y le dijo a Lumumba: 'quítate que me pongo'». Eso pasaba en el Congo. Ahora, el país más corrupto del mundo, salvará por unos meses al Club que es más que un Club, y me figuro a la masa alegre y orgullosa de los culés camino del Nuevo Nuevo Estadio, para asistir al trepidante encuentro entre el prestado y el prestamista. Una efeméride dichosa en la historia del que fue uno de los grandes de España y de Europa.
¿Qué pasa en el Congo? Que culé que avanza lo hacen mondongo.