Fundado en 1910
Perro come perroAntonio R. Naranjo

España está que se sale

El mensaje económico es como los sondeos del CIS y la programación de TVE: un intento cutre de hipnosis colectiva

Pedro Sánchez ha vuelto a decir que «España está que se sale en lo económico», con otra de esas frases presuntamente modernas pero rabiosamente infantiles que le aconsejan decir sus gurús del marketing para rascar voto juvenil, como si los jóvenes fueran idiotas.

Tienen trabajos por la mitad de la mitad de la mitad del sueldo de David Sánchez, con el matiz de que ellos tienen que personarse encima en el puesto, saber dónde está la oficina y pasar en ella una jornada laboral entera; pero el secretario general del Movimiento cree que va a seducirles hablándoles como hablaban sus padres.

También le pasa con las mujeres: ellas ven que no llegan a final de mes, que el empoderamiento ha consistido básicamente en currar como esclavas fuera y dentro de casa, que la única señora que ha prosperado en España ha sido Begoña Gómez, que los abolicionistas son en realidad unos puteros, que crecen los delitos sexuales y no dejamos de encabezar Europa en paro femenino... pero Pedro I El Inclusivo está seguro de que las convencerá si dice «todos y todas» en cada uno de sus parloteos inanes, mientras suelta a violadores y pone pulseras antimaltrato de la marca ACME.

Ocurre igual con la economía: todo el mundo sabe que va fatal, mientras Sánchez y sus Jéssicas en las distintas terminales del Régimen cantan lo contrario, hablan del milagro, del cohete, de la prosperidad y de la bonanza; como clérigos locos de una secta que anuncia el paraíso mientras la feligresía, ajena a todos ellos, vive en un infierno.

Hoy en la mayoría de los hogares españoles no se puede comer pescado fresco, las vacaciones veraniegas son un fin de semana o un helado de dos bolas, el riesgo de pobreza se dispara, la cesta de la compra es una tortura china, el precio de la vivienda la hace inalcanzable, la presión fiscal está en parámetros feudales y llegar a final de mes es como recorrer de golpe y seguidos todos los puertos especiales de las grandes vueltas ciclistas.

En España ya se ha creado el ecosistema del perfecto chavista: gobiernos ricos en sociedades empobrecidas, que falsean la contabilidad y machacan con un mensaje inventado para dividir a la ciudadanía en dos bloques. La productiva, confiscada y vejada; y la subsidiada, leal y pasiva.

Y todo ello agravado por un profundo deterioro de los servicios públicos, atrapados en una paradoja indecente: cuanto más te quitan de tus ingresos y más dinero tiene el Gobierno, peor funciona todo.

Los trenes descarrilan o se retrasan; la escuela no compite con Europa, la sanidad no carbura en tiempo y formas; las citas virtuales colapsan, la atención personal se ha difuminado y la burocracia se ha convertido en una agresión al ciudadano, al emprendedor o al pequeño comerciante y en una excusa para el liberado sindical, el vago o el caradura.

Lo que dice la percepción personal de cada uno lo confirman las cifras reales, sin la manipulación que también le imprimen a los sondeos del CIS o a la programación de RTVE, destinado todo a inducir un estado de opinión beneficioso para Sánchez o, peor, a invocar un «ya lo habíamos dicho» cuando algún tipo de manipulación obscena les permita imponer una victoria falsa en cualquier ámbito, a lo Maduro.

Porque en la España del «récord de afiliados» se sigue a la cabeza del paro europeo; se utiliza el pluriempleo de una misma persona para contar puestos de trabajo individuales; se gasta más que nunca en subsidio de desempleo; se incluye en la estadística a fijos discontinuos, becarios, temporales, parciales y, en fin, se maquillan con obscenidad infinita las cifras reales para simular un paraíso sanchista inexistente.

En el que el crecimiento, por cierto, es tan falso también como un duro de madera: el poder adquisitivo real de los españoles está en parámetros de hace década y media; pero el PIB sube artificialmente porque ha crecido la población y el gasto público se ha desmadrado: somos un bar en el que el dueño es su primer cliente pero presume luego de facturación.

Frente a tanta mentira, una última pregunta: si Sánchez ha logrado tantos milagros y jóvenes, mujeres y españoles en general viven en un Edén gracias a él, ¿por qué no puede pisar la calle sin un perímetro de seguridad equivalente al estado de Wisconsin y por qué no convoca elecciones para demostrar tanto fervor popular?

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas