Ayuso contra el registro (¿y usted qué opina?)
La Constitución Española lo deja bien claro en su artículo 16: «Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias»
La izquierda no solo te mete la mano en el bolsillo. Además, aspira a moldear tu cabeza e imponerte su manera de ver la vida. Su cóctel es conocido: negación de Dios y lo espiritual, resentimiento y envidia ante el éxito ajeno, rechazo del esfuerzo personal y el mérito, intervencionismo hasta lo ridículo, desprecio de los valores de la familia y una depresiva subcultura de la muerte, que han convertido en una de sus banderas estelares en este siglo.
Un error recurrente de muchos políticos y comentaristas de centro-derecha y derecha es soslayar la importancia de la ingeniería social de la izquierda. No prestan la debida atención al modo en que el Leviatán de alma totalitaria de Sánchez se inmiscuye en nuestras libertades y nuestros espacios privados. Un ejemplo de ahora mismo: una ministra exaltada ha promulgado una cargante norma por la que todas las familias que han contratado a una persona para que limpie y planche unas horas en su casa habrán de elaborar un informe sobre los riesgos para su seguridad en el piso y ofrecerle chequeos médicos. En efecto: ganas de dar la lata con más burocracia intervencionista. Se nota que Yolanda no tiene que contratar a nadie para que le mantenga en estado de revista su casoplón estatal próximo al Viso.
En su línea habitual de acogotar los derechos de los individuos, el Gobierno aprobó en febrero de 2023 un decreto para obligar a las comunidades autónomas a crear registros de médicos objetores al aborto. La medida es claramente inconstitucional (salvo en el Planeta Paranormal Pumpido). El artículo 16 de la Constitución, que defiende la libertad ideológica, religiosa y de culto, señala expresamente que «nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología religiosa y creencias». Es decir: no se puede crear un registro de médicos objetores, pues eso requiere obligarles a manifestar sus creencias, algo expresamente prohibido por nuestra Carta Magna.
Por desgracia, varias comunidades del PP se han plegado ya a las amenazas de la ministra Mónica García y van a presentar esos registros. Nada raro en el PP actual. Recuérdese, por ejemplo, la triste envainada del alcalde Almeida en el asunto del síndrome post aborto, donde plegó velas en cuanto la izquierda puso el grito en el cielo (en lugar de presentar batalla y defender la causa de la vida con los múltiples y excelentes argumentos que tenía a su alcance).
Solo Ayuso se ha negado a incumplir la orden, manifiestamente inconstitucional, de implantar el registro de médicos objetores. Y es una lástima que su partido se ponga de canto en lugar de apoyarla. El PP, que ahora mismo luce un tanto estancado en las encuestas, no acaba de entender que buena parte de su parroquia de posibles votantes no quiere solo un partido que les diga que Sánchez es muy malo y muy corrupto, que ya lo saben, y que ellos van a gobernar con cabeciña y respetando la Constitución y las instituciones (¡qué menos!). Aspiran a que además les ofrezcan una visión de la vida distinta a la de la izquierda y más esperanzada.
Si no das la batalla por el derecho a la vida, que es la primera línea de una importantísima liza moral que se está dirimiendo en todo Occidente, puede ser por dos motivos: 1.- Compartes el punto de vista de la izquierda y ves bien sus leyes de aborto y eutanasia. 2.- No te gustan, pero te da pánico dar esa batalla, no vaya a ser que el cañón mediático-político «progresista» te tache de «ultra» y pierdas algunos votos. En lugar de argumentar y tratar de poner en valor lo que consideras moralmente bueno, te callas, por puro miedo electoral preventivo.
Ni el planteamiento uno ni el dos son aceptables. Si se cree en el derecho a la vida y en las libertades de las personas, hay que defenderlas de manera activa, como ha hecho Ayuso en este caso.
Si preguntásemos a los votantes de derechas si la presidenta de Madrid ha hecho bien en plantarse contra el registro impuesto por Sánchez, creo que el 90% estarían con ella. Pero igual me equivoco y ahora resulta que el público de derechas está a favor de la promoción entusiasta del aborto y la eutanasia, que es lo que parecen pensar algunas luminarias de Génova. Hagamos un test: ¿usted qué opina?, ¿hace bien o mal Ayuso diciendo «no» al registro?
