Cuestionario para el Sr. Feijóo
No le pedimos milagros, y ni siquiera ya le pedimos grandes dosis de ideología y cambio cultural. Pero sí le pedimos algo de claridad. Valor. Proyecto. Porque echar a Sánchez es condición necesaria, pero no suficiente. España necesita mucho más que un relevo en la silla de la Moncloa; necesita un presidente con ideas, con convicciones y con coraje
Usted tiene todas las papeletas para ser el próximo presidente del gobierno, si es que logramos libranos pronto de ese ser corrosivo y destructivo que okupa La Moncloa. Pero déjeme decirle algo: echar a Sánchez no basta. España necesita algo más que un relevo administrativo. Necesita un rumbo. Y de momento, muchos españoles seguimos sin saber cuál es el suyo.
Somos muchos los que no queremos un presidente que llegue al poder por simple descarte, ni solo por despecho hacia Sánchez. Queremos un presidente que sepa lo que quiere hacer con el país. Y, la verdad, muchos españoles no sabemos aún cuál es su plan. Por ello, me he tomado la libertad de prepararle un cuestionario. Preguntas sencillas, directas, de esas que cualquier español preocupado por el futuro se hace. Ya no aspiro a preguntarle por su ideología o por su visión de la batalla cultural; hay cosas que ya doy por perdido. Pero sí me gustaría, en términos prácticos, saber con qué ambición llegará usted a Moncloa. Ojalá pueda usted responderme, señor Feijóo, por escrito o, mejor aún, con un discurso y un programa claro de gobierno.
La primera es obvia: ¿cuál es su visión de España? ¿Va a enfrentarse al nacionalismo de frente, o va a seguir repartiéndole concesiones como han hecho todos sus antecesores? ¿Cuál es su visión de la unidad de España, ahora que no es el presidente gallego, sino aspirante a líder de todos los españoles? ¿Va a garantizar que todos somos iguales ante la ley, vivamos donde vivamos?
España no es un mosaico de reinos y condados medievales. Es una nación. Y lo que está en juego no es un matiz de identidad, sino la convivencia y la libertad misma. ¿Usted está dispuesto a defenderla?
La segunda pregunta es económica, porque sin prosperidad no hay nada. Señor Feijóo: ¿va usted a bajar los impuestos de manera radical? No un retoque cosmético, no una deducción parcial, no una bonificación con letra pequeña. Bajar los impuestos de verdad. Porque este país no aguanta más. La presión fiscal nos asfixia. El Día de la Liberación Fiscal ya cae en julio: medio año trabajando para el Estado, y medio año para nosotros. Eso es un expolio.
¿Va usted a simplificar el sistema, a dejar de penalizar el esfuerzo, a liberar a familias y empresas del robo legal que padecen? ¿Va usted a incentivar el emprendimiento en lugar de castigarlo? ¿Va a reformar el mercado laboral? Porque hoy en España emprender es un acto heroico. Si de verdad quiere transformar el país, la revolución económica es inaplazable. Y va unida, necesariamente, con reducir el gasto del Estado.
Lo que nos lleva a hablar de la Administración Pública. ¿Qué va a hacer usted con la burocracia hipertrofiada que nos hunde en papeles, licencias, permisos y reglitas absurdas? ¿Piensa reducir ministerios, eliminar organismos inútiles, recortar duplicidades? ¿Va a emprender un proyecto de desregulación radical, que es lo que necesita España?
No necesitamos más Estado. Necesitamos un Estado que funcione, ágil, pequeño, eficiente. Que ayude en lugar de estorbar. Que libere a la sociedad en lugar de encadenarla. ¿Está usted dispuesto a enfrentarse a esa maraña?
Otro bloque fundamental: las instituciones. ¿Cómo va a despolitizar el Tribunal Constitucional, la Fiscalía, el CIS? ¿Va a devolver independencia a la justicia? ¿Va a renunciar a usar el poder para colonizar los organismos del Estado, aunque eso le incomode?
Porque si de verdad quiere regenerar España, debe empezar por ahí: limpiar la casa. Sin instituciones sólidas no hay democracia. Y eso no se arregla improvisando, sino con planes pensados y decisiones firmes.
Vayamos a otro asunto espinoso: la inmigración. Señor Feijóo, ¿cree usted que España puede seguir acogiendo inmigración masiva e ilegal sin control ni integración? ¿Qué va a hacer con quienes entran sin papeles? ¿Va a poner un freno serio en las fronteras? Hace poco presentó usted algunas medidas, que van en la dirección correcta, pero que fácilmente pueden quedarse en papel mojado.
Hay que tener sentido común. Ninguna sociedad puede sobrevivir si no integra a quienes llegan, sobre todo si llegan con otros valores, otra cultura, otros principios ordenadores. ¿Qué opina usted?
Y aquí llegamos a algunos temas más ideológicos. ¿Qué va a hacer usted con la ley trans? ¿Con la ley del «solo sí es sí»? ¿Con la okupación? ¿Con la memoria histórica?
Por ejemplo, la ley trans, señor Feijóo, es una aberración. Anticientífica, antirrealidad, peligrosa, destructiva. Su portavoz, Borja Sémper, dijo que se limitarían a «reformarla». ¿Reformarla? Esa ley hay que derogarla de raíz. ¿Lo va a hacer? Y lo mismo con el resto de basura ideológica que nos han colado estos años. Necesitamos revertir la locura. ¿Está usted dispuesto a hacerlo? Aunque no dé la batalla cultural, muchos aspiramos a que, al menos ya en el poder, desmonte parte de la agenda de la izquierda.
Señor Feijóo, estas son mis preguntas. Preguntas que compartimos millones de españoles que queremos que este país funcione, que vuelva a tener rumbo, que vuelva a creer en sí mismo.
No le pedimos milagros, y ni siquiera ya le pedimos grandes dosis de ideología y cambio cultural. Pero sí le pedimos algo de claridad. Valor. Proyecto. Porque echar a Sánchez es condición necesaria, pero no suficiente. España necesita mucho más que un relevo en la silla de la Moncloa; necesita un presidente con ideas, con convicciones y con coraje.
Así que, señor Feijóo, por favor, cuéntenos de una vez: ¿qué España quiere usted?