La corrupción del PSOE

El tema ya aburre, pero aún dará mucho de qué hablar ante la pétrea resistencia del PSOE para asumir la corrupción. Resulta insólito que los socialistas pongan tanto énfasis en la «honradez» de Griñán, pero pasen de largo de los delitos cometidos. De todas formas, si no se enriqueció directamente, sí que se garantizó prolongados sueldos públicos a través del tinglado ilegal que idearon, alterando elementos básicos de la democracia, que les permitió gobernar más de 30 años en Andalucía.

¿La defensa de Griñán significa que los socialistas, incluido Felipe González, piensan que la Audiencia de Sevilla y el Tribunal Supremo han condenado a Griñán siendo inocente, y que la corrupción está en nuestro sistema judicial? ¿Significa que no creen en la democracia? ¿Consideran que sólo Griñán es honrado y que el resto de los condenados a prisión no lo son, y por eso no piden el indulto para ellos, porque los consideran responsables de los delitos de prevaricación y malversación de dinero público? ¿Significa que para los sanchistas el indulto no se mueve por conceptos de justicia, sino de elitismo y afectividad, y por eso sólo lo piden para el «amigo» Griñán?

Corrupciones siempre ha habido y muchas han afectado a cargos públicos, pero ninguna se engendró desde el propio Gobierno como sucedió en Andalucía, lo que confiere a este caso un alto plus de gravedad. La crearon con el perverso objetivo de alterar los mecanismos de la democracia, para perpetuar al PSOE en el poder.

Que Sánchez, que alcanzó la Presidencia del Gobierno justificando una moción de censura por corrupción, en lugar de pedir perdón, esté a punto de indultar a un condenado por el Tribunal Supremo a 6 años de prisión, define su catadura moral.