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Cartas al director

Nacionalidades en la patria común

Anda Urkullu, en la búsqueda de trofeos para esgrimir frente a Bildu, tratando de que Sánchez siga bajándose los pantalones y aunque es de largas piernas ya los lleva por los tobillos. El motivo es que ya en la Constitución hay base suficiente para que el País Vasco tenga la consideración de nación. Y es cierto que en el artículo 2 se reconoce «el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones», como también «la solidaridad entre todas ellas». Por tanto, la Constitución admite nacionalidades, pero con no más competencias que la autonomía de la que gozan las regiones. Nada de autodeterminación. Y es importante la inclusión de la solidaridad como nexo justificativo de lo que contiene la primera parte del artículo, que «la Constitución de fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles». Por tanto, aún cuando se reconozca al País Vasco como nación, de ello no puede inferirse más que esa condición en función de una cultura, tradición y lengua común diferenciada del castellano, puesto que su integración en la patria común determina que forma parte de esa unidad que es España.

Pablo Naranjo Ciudad

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