Cartas al director
Mentalidad de maltratador
Es razonable pensar que un maltratador no sólo no se incrimina por su comportamiento, sino que incluso considera que su mujer, lejos de quejarse, debería estar agradecida con él, porque le permite vivir en su casa y, además, gracias a él, come todos los días. Al maltratador no le afecta el enorme sufrimiento de su pareja, le resulta irrelevante.
Al presidente de Gobierno, con idéntica mentalidad que la del maltratador, le resultan también irrelevantes los insultos y los gritos de desprecio que escucha cada vez que sale a la calle. Son como los llantos de la mujer maltratada.
Sánchez piensa que los españoles le debemos estar agradecidos porque es él quien nos permite vivir y comer. Además, la economía va como un cohete y España crece más que ningún otro país europeo.
El maltratador no es un enfermo, es un auténtico canalla. Tiene a quien parecerse.