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Cartas al director

Traicionados

La historia del Sahara Occidental comienza con la colonización española en 1884, convirtiéndose en provincia española en 1934, hasta los acuerdos de Madrid del 14 de noviembre de 1975, por los que España se comprometía a poner fin a su presencia en el territorio antes del 28 de febrero de 1976, cediendo la administración que no la soberanía a Marruecos y Mauritania. Lo que significa que el Sáhara Occidental sigue siendo un caso colonial al que debe aplicarse la doctrina y la práctica de las Naciones Unidas en materia de descolonización, el pueblo saharaui tiene un derecho inalienable a la autodeterminación y la independencia.

La Corte Internacional de Justicia, a solicitud de la Asamblea General, el 16 de octubre de 1975 dictaminaba: «no hay vínculos de soberanía entre el Sáhara y Marruecos», también niega que pueda considerarse «tierra de nadie», infligiendo un duro golpe a las aspiraciones marroquíes. Franco se encuentra agonizante y Hasán II detecta una oportunidad irrepetible para sustituir a España en el control del territorio y apropiarse de sus recursos minerales y pesqueros. El 30 de octubre se desarma a la tropa nativa y Don Juan Carlos asume la Jefatura del Estado, presentándose en el Aaiún el 2 de noviembre, arengando a las tropas y reuniéndose con los jefes de las unidades, pero… llevaba tiempo siendo confidente de Estados Unidos, a los que enviaba información y, según informes de la CIA, pactó la entrega del Sahara Occidental a Marruecos a cambio del apoyo norteamericano para convertirse en Rey.

En ese contexto, el 6 de noviembre, se cumple ahora el 50º aniversario, se produce la «Marcha Verde» un movimiento «espontáneo, masivo y pacífico» de hasta 350.000 marroquíes portadores del Corán y la imagen de su Rey… seguidos de unos 20.000 militares. Naciones Unidas condena la invasión e insta a la retirada marroquí. Con Franco en coma, el 14 de noviembre se firman los acuerdos de Madrid y el día de su muerte se publica en el BOE la Ley sobre descolonización del Sáhara, la población huye. La noche del 27 de febrero se proclama la República Árabe Saharaui Democrática que es reconocida por más de 80 países, el 28 se arría por última vez la bandera española.

Internacionalmente, la ONU no reconoció ni dio validez a los Acuerdos de Madrid, insistiendo en que España sigue siendo la potencia administradora de Iure y que el territorio debe pasar por un proceso de descolonización… hasta ahora.

Pero, y sobre todo, al pueblo saharaui, que en muchos casos se consideraba español y al que se había prometido la protección de sus derechos y un referéndum de autodeterminación, algo que también realizó el Príncipe Juan Carlos en su visita al Aaiún, sintió el abandono como una «traición directa» que les obligó a exiliarse masivamente a Tinduf (Argelia) o a someterse y vivir bajo la ocupación marroquí.

Félix Eugenio García Cortijo

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