¿Habrá alternativa?
Hoy la ciudadanía tiene problemas, España necesita tener una economía sólida y en crecimiento para financiar el gasto social y garantizar nuestro desarrollo
Las elecciones gallegas del 18 de febrero dejan clara la responsabilidad del Partido Popular con toda España.
En las elecciones de julio 2023 resultó ganador el Partido Popular reafirmando el resultado de la elecciones locales y autonómicas de mayo.
El resultado plasmado en las Cortes Generales es mayoría absoluta en el Senado del Partido Popular y un hemiciclo dividido en dos en el Congreso, un bloque formado por Populares, Vox (partido más conservador que el PP) y UPN, y el otro bloque formado por quienes aun perdiendo las elecciones fueron capaces de articular una mayoría que hizo presidente a D. Pedro Sánchez.
Esta situación, por algunas de las condiciones aceptadas para lograr esa mayoría y la historia de algunos partidos que dan su apoyo a Pedro Sánchez, produce una honda preocupación en casi la mitad de los electores del país. Se llega a decir que es el fin de España, que avanzamos hacia una dictadura valoraciones, en mi opinión, sin fundamento en nuestra democracia.
Esa preocupación, de casi la mitad de España, debe ser amparada por las fuerzas de la oposición y especialmente por el Partido Popular que es el partido mayoritario.
Es lógico que, ante una medida como la ley de amnistía, con encaje difícil en un sistema democrático como el nuestro, se adopten posiciones firmes que respondan a la contestación de una parte grande de la población. Quizás sería oportuno elevar el coste electoral de esa medida, divulgando aunque sea en los casos más conocidos, las sentencias, los delitos cometidos y resaltando la correcta actuación del Gobierno de entonces respecto a su obligación de hacer respetar las leyes vigentes.
Sin embargo, oponerse, el no, no es suficiente ante una legislatura corta, quizás condicionada por las elecciones catalanas si el PSC logra quitar votos a ERC y a Junts.
Hoy la ciudadanía tiene problemas, España necesita tener una economía sólida y en crecimiento para financiar el gasto social y garantizar nuestro desarrollo.
Una alternativa debe contribuir a la solución de esos problemas y trabajar por un futuro mejor. El diseño de esas necesarias soluciones conformará, por adición, una oferta electoral que luego sería la base de la acción de gobierno si se logra ganar. Ese objetivo obliga a usar el ámbito parlamentario manteniendo una coherencia en función de los principios que defienden los partidos, de forma continuada y reiterativa. Exige un método de trabajo con tensión, implicando a todos los miembros del grupo, demandando contacto con la sociedad y la búsqueda del modelo que solucione sus problemas. Para ello hay que delimitar responsabilidad, dejar espacio para el desarrollo de las responsabilidades asumidas y desde luego el reconocimiento de la labor de cada responsable. En suma, generar una positiva sinergia en el grupo que impulse en conjunto una autentica alternativa.
Recientemente se ve una tímida respuesta del Partido Popular en la presentación de ciertas propuestas, en ocasiones como respuesta a declaraciones del Gobierno, pero no se debe descartar llevar la iniciativa y forzar los debates.
Creo que, si el Partido Popular revisa su historia –se hizo del 89 al 96– y perfecciona el método, será capaz de ofrecer algo distinto que atraiga la confianza de los electores dando solución a sus problemas, y entonces habrá una verdadera alternativa.
- Teófilo de Luis fue diputado
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