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17 de mayo de 2024

En primera líneaPablo Calvo-Sotelo

Un presidente austero, limpio de abalorios

Al igual que pasó en su día con Roldán, la estrategia de defensa del PSOE pivota hoy sobre dos pilares: «De esto me entero por la prensa» (Ábalos, estupefacto) y el ventilador, hoy Óscar Puente´s style, dirigido con máxima potencia a refrescar la fruta

Actualizada 01:30

Así, como reza el título de este suelto, nos vendieron la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa tras la moción de censura a Rajoy, justificada en aquella sentencia peliculera sobre la primera época de la trama Gürtel titulada El Juez viste de Prada, estrenada en 2018. A la sentencia se le sacó brillo con elementos ornamentales vistosos y no probados, fabricados con premeditada intransigencia por De Prada y cuidadosamente zurcidos a la impecable ponencia del juez Ángel Hurtado. Tan extravagantes fueron esos abalorios ensartados en la sentencia de Gürtel que el Tribunal Supremo le dio un tirón de orejas al juez, tras revisarla en casación, calificando de «excesivas» las alusiones de corrupción del PP: «No puede afirmarse que el PP fuera autor de delitos de corrupción y prevaricación irregular». Estuvo muy acertado Pablo Casado cuando afirmó que Pedro Sánchez había llegado al poder «con una moción de censura basada en una mentira».
De aquellos abalorios, estos Ábalos. De aquellos lodos, estos Koldos.
Viene hoy Koldo de Navarra con la mascarilla puesta, tierra donde Luis Roldán también echó los dientes como segurata, es verdad, que de la Delegación del Gobierno y no de garitos de poca monta. El caso es que tienen un aire y aficiones comunes en eso del lujo y el jolgorio, lo que me hace pensar que todo esto va a acabar como el rosario de la aurora: ¿podrían ser Ábalos y Koldo el Roldán de Sánchez? Para ser justos del todo con Felipe González, es cierto, y lo hemos sabido con el tiempo, que Roldán fue un verso suelto que creció por su cuenta abonado por el estiércol prosaico de una época, la de la guerra sucia de los GAL. Hoy me pregunto por el abono que ha hecho florecer a estos nuevos personajes, inquietándome su procedencia, quizá de climas más tropicales que el nuestro. Siendo Koldo el chico de las maletas de Ábalos, no sería muy descabellado pensar que su jefe contara con él en Barajas para recoger las de Delcy Rodríguez.
Ilustracion sanchez abalos y koldo

Lu Tolstova

Al igual que pasó en su día con Roldán, la estrategia de defensa del PSOE pivota hoy sobre dos pilares: «De esto me entero por la prensa» (Ábalos, estupefacto) y el ventilador, hoy Óscar Puente´s style, dirigido con máxima potencia a refrescar la fruta.
Escribiendo este artículo me ha venido a la cabeza el final político de Felipe González al oír a Cayetana Álvarez de Toledo (siempre con arrestos) decir, acertadamente, al ministro Bolaños en el Congreso: «El PSOE ya es solo un resto». Y es verdad, tengo también la sensación de que el Gobierno, como en los noventa, está en las últimas, y por eso, vendrán otros arrestos, otras mentiras, otras teorías de la conspiración, otro dóberman, otros ventiladores y, quizá, otra agonía para Sánchez parecida a la que vivió Felipe por no haber sabido irse a tiempo.
Todo indica que pueda estar cerca la hora de Feijóo para entonar el «Váyase, señor Sánchez» (con la misma música interpretada por Aznar entonces que señalaba solo a Felipe como el problema y no al PSOE), y que Sánchez, con la lección aprendida, dé paso, dentro de su partido, a una presidenta austera, limpia de abalorios y amnistías que sepa descolgar el teléfono para hablar con el jefe de la oposición.
  • Pablo Calvo-Sotelo es abogado
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