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El PP ante el Frente Popular

Hora es ya de que el PP deje de soñar con una posible alianza con los nacionalistas llamados «moderados» y contemple al PSOE como lo que realmente es en estos momentos, esto es, la cabecera del Frente Popular

Actualizada 09:52

Dejemos las cosas claras. Cada vez que el Partido Popular se aviene a dialogar y pactar con el PSOE está, sin quererlo, dialogando y pactando, en definitiva, con el Frente Popular. Llamamos Frente Popular a lo que siempre ha sido: el pacto entre socialistas, comunistas y las fuerzas nacionalistas de vocación separatista.

gaviota

Lu Tolstova

El PP, a mi parecer, no entiende o no quiere entender la situación en que nos encontramos. Parte del supuesto de que España necesita la centralidad, es decir, el entendimiento entre las dos grandes fuerzas políticas del llamado centro-derecha y centro-izquierda pero hace, creo yo, una lectura equivocada de la situación. El Partido Popular actúa como si estuviéramos todavía a finales del siglo pasado cuando el PP y el PSOE eran los dos partidos que se alternaban en el poder, pero hoy ya no es así.

El PSOE cuenta tan solo con una exigua minoría parlamentaria que le impide gobernar en solitario como en otras ocasiones. Por su parte al PP le ocurre algo similar. Por el momento le resulta muy difícil repetir los resultados alcanzados por Aznar y Rajoy en el pasado y da muestras reiteradas de no poder alcanzar los 176 diputados en solitario como ocurrió en otros tiempos.

El PSOE pues no es más que una de las fuerzas – evidentemente la mayoritaria– del Frente Popular que nos gobierna. A su vez el PP ha perdido el monopolio que tuvo en el pasado en el campo de la derecha. Ahora deberá contar con Vox para llegar al gobierno, le guste o no le guste. Estamos así pues en una situación nueva que ambos partidos deben encarar. El PSOE con Sánchez ya ha hecho su elección y ha optado lisa y llanamente por el Frente Popular como en su día Iglesias le susurrara al oído. El PP hasta ahora no ha sabido dar con la respuesta debida al reto que le ha planteado Sánchez y no acaba de tener claro a qué carta quedarse. Comprende que necesita a Vox para gobernar, pero le asustan las amenazas y reproches que le lanzan arteramente desde la izquierda y vive por ello en permanente situación de duda y vacilación. Le gustaría lo imposible, esto es: recrear una alianza con PNV y Junts pero estos prefieren a Sánchez por lo que están obteniendo de él. Hoy el PP nunca podría acceder a lo que estos partidos están consiguiendo desde que está Sánchez en el poder.

Así pues, de todo lo que venimos relatando cabe extraer varias conclusiones:

1.- El PP estimo que se equivoca creyendo que ayuda a la gobernabilidad del país cuando se presta a pactar con el PSOE, sin darse cuenta que dichos pactos, en definitiva, ayudan al Frente Popular a mantenerse en el poder.

2.- El PP no debería seguir la estrategia que le marcan desde Bruselas y que favorece palmariamente la Sra. Von der Leyen cuando aconseja al Partido Popular que privilegie su entendimiento con el PSOE cerrando la puerta a toda colaboración con Vox a quien se tacha de fuerza de extrema derecha de tinte fascista amén de otras varias lindezas al uso.

3.- Hace muy bien el PSOE –hoy ya convertido en mero Partido Sanchista– al afanarse en asustar al PP cuando trata de pactar cualquier cosa con Vox, mientras ellos se encaman con quien les parece más conveniente en cada momento. ¡Hace falta rostro! Lo triste es que el PP parece aceptar este chantaje de la izquierda y una y otra vez trata de alejarse de Vox para presumir de su condición de partido centrista.

4.- Lo ocurrido últimamente en el campo de la Justicia es una buena muestra de lo que estamos describiendo. El PSOE puede presumir de haber solventado airosamente los nombramientos de jueces tanto del Constitucional como del CGPJ. En ambos casos la presidencia de ambos órganos ha correspondido siempre al sector progresista resultando Conde-Pumpido el campeón final de la contienda. El PSOE cuando puede nombrar a alguien en un puesto de relevancia no cuenta para nada con el PP. Véase la muestra en estos días con el reciente nombramiento de Escrivá como gobernador del Banco de España. Ahora eso sí, cuando necesita al PP para abordar cualquier otro nombramiento este acude mansamente a la cita en la que el PSOE siempre acaba ganándole la partida.

5.- El intento reiterado del PP de lanzar guiños al PNV cuando no al propio Junts per Catalunya para tratar en ambos casos de romper el Frente Popular es de una ingenuidad y falta de conocimiento de la Historia francamente notables. Nunca el PP podrá ofrecer a los nacionalistas lo que Sánchez está dispuesto a conceder a ambos como se está demostrando reiteradamente. Los nacionalistas lo saben y obran en consecuencia.

PP y Vox deben definir de una vez sus estrategias políticas porque no hay tiempo que perder. Lógicamente es el PP es el que tiene mayor responsabilidad por ser el partido mayoritario y quien debe dar el primer paso. Hora es ya de que el PP deje de soñar con una posible alianza con los nacionalistas llamados «moderados» y contemple al PSOE como lo que realmente es en estos momentos, esto es, la cabecera del Frente Popular. El PP debiera aprender de una vez por todas que al Frente Popular no se le puede vencer más que articulando una inteligente estrategia desde la derecha y ello sin complejo alguno teniendo muy claro lo que necesita España en la coyuntura histórica en que nos encontramos. Vox, a su vez, deberá ser consciente de cuál es su verdadero papel hoy y en el futuro. Ojalá ambos partidos actúen y obren en consecuencia.

  • Ignacio Camuñas Solís fue ministro para las Relaciones con las Cortes (1977-1979)
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