Tribuna Arturo Ribes

El vapeo es una solución y no un problema

Los dispositivos de vapeo permiten a los usuarios controlar la cantidad de nicotina que consumen y reducir gradualmente su dependencia

En la batalla contra el tabaquismo, el debate sobre las alternativas al cigarrillo convencional ha ido en aumento en los últimos tiempos. Entre ellas, el vapeo ha surgido como una opción polémica pero prometedora.

En estas líneas, pretendo explorar cómo el vapeo puede ser considerado una medida antitabaco efectiva, desafiando las percepciones tradicionales y abriendo la puerta a un enfoque más innovador y menos dañino para los fumadores y la sociedad en general pero también bajo la moral y la ética que abandera el sector al que represento.

El Reino Unido lo sabe bien y, por eso, organismos de salud como Public Health England han respaldado activamente el uso de los productos de vapeo como una opción más segura para los fumadores, lo que ha provocado que desde el Ejecutivo inglés se haya promovido medidas como la distribución gratuita de un millón de cigarrillos electrónicos a fumadores para disminuir la tasa de tabaquismo. Otros países como es el caso de Nueva Zelanda han optado por programas de deshabituación tabáquica promoviendo el cambio al vapeo a la vez que prohíben fumar a aquellos nacidos a partir del año 2009. Si eso no es compromiso con la lucha contra el tabaco nada lo es.

Ahora se pretende sobredimensionar el problema del vapeo, y se le tacha de problema cuando es una solución. No podemos olvidar que el tabaquismo continúa siendo el problema mundial de salud pública, con consecuencias probadas tanto para fumadores como para quienes los rodean. Mientras tanto, el vapeo es una medida antitabaco efectiva ya que ofrece una opción menos perjudicial de consumo de nicotina para los fumadores que desean dejar de fumar, y es que no se produce combustión del tabaco, eliminando muchas de las sustancias tóxicas y todas las carcinógenas presentes en el humo tabaco.

Los dispositivos de vapeo, además, permiten a los usuarios controlar la cantidad de nicotina que consumen y reducir gradualmente su dependencia de la nicotina y somos capaces de tener un control sobre los ingredientes que llevan estos productos, lo que hace que el potencial de estos productos sea enorme de cara al futuro.

Y aun así hay que asegurarse de que esta transición es responsable y repetir una y otra vez que estos productos son exclusivos para el fumador adulto y que no cualquier producto es legítimamente comercializable. Hay unos pocos productos del vapeo comercializados a través de empresas que incumplen la normativa española y europea al no establecer mecanismos de verificación de edad o que contienen niveles de nicotina más elevados de lo permitido por la directiva comunitaria o que tienen un diseño atractivo para menores.

Por eso desde la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV) hacemos nuevamente un llamamiento para una regulación de los puntos de venta, con el objeto de que existan licencias que permitan controlar la venta de estos dispositivos a través de tiendas especializadas. Esta medida evitará, entre otros problemas, que los menores accedan a los productos de vapeo sin ningún tipo de control.

Nuestra campaña activa «Ningún menor vapeando» da cuenta de nuestro compromiso con la legislación vigente y la prohibición de facilitar el acceso al vapeo a menores de edad. Es esencial subrayar el papel de los fabricantes y vendedores de productos de vapeo en la prevención. Desde la UPEV se amplía el ámbito de actuación de la asociación por el que se denunciará a las autoridades pertinentes toda aquella infracción de la ley, así como la creación de un departamento para monitorizar el mercado habilitando un correo electrónico (denuncias@upev.org)

Podemos hablar de un «aliento de esperanza» en la lucha contra el tabaco, que se basa en su capacidad para reducir los riesgos, ayudar en el proceso de abandono del tabaco, tener un menor impacto en el entorno y representar una innovación en la búsqueda de soluciones más seguras (que no inocua) pero siempre enfocado hacia los fumadores y dentro de la legalidad. Por eso, apostamos por el vapeo como barrera antitabaco porque el vapeo es una solución y no debe ser un problema.