Tropezar con la misma piedra
Lo que no puedo comprender, es cómo no se rebelan las generaciones que están en plena actividad, tanto profesional como en otros órdenes de la vida, contra tanta basura e indignidad, que nos obligan a padecer
Una vez instalado en España el Estado de las Autonomías, nada menos que 17, España ha ido derivando, de una manera u otra, por un camino, que ahora empieza a verse de verdad, el peligro que entrañaba; se ha premiado de manera preferencial a las autonomías de Cataluña y Las Provincias Vascongadas.
No hace falta hacer un relato detallado, de todo lo que de una manera u otra, todos los españoles hemos consentido que se transfieran a las autonomías, temas fundamentales como la educación, la sanidad, y más prebendas. Con la educación, se ha permitido que durante muchísimos años, se hayan estado dando textos de historia entre otras cosas, que resultan infumables y con relatos absolutamente fantasiosos y por supuesto con el fin de generar un odio profundo a todo lo que significa España. Ahora nos encontramos con bastantes generaciones de vascos y catalanes que sólo conocen esas aberraciones y son el verdadero caldo de cultivo para poder llevar adelante sus ínfulas independentistas.
Esta introducción sirve para tratar de hacer entender, la importancia que tuvo para España y en sentido positivo, la figura de Francisco Franco. Siempre tuvo claro, desde que el 1 de Octubre de 1936, la Junta de Defensa, convirtió a Franco en generalísimo y Jefe de Estado, sin que Él, hubiera movido un dedo para ello, cual era su objetivo.
Como ejemplo de sus valores desde el principio, valga lo que expresó en la presentación de sus cartas credenciales, Monseñor Cicognani: «La Religión Católica, ha sido crisol de vuestra propia nacionalidad; en sus misterios y en sus dogmas, se inspiraron en los siglos más gloriosos de vuestra historia, el talento de filósofos, pintores, poetas, con obras ya incorporadas al pensamiento universal, que coronan lo más alto del genio español; todas ellas. Son esencialmente cristianas y católicas».
En 1951, en la Abadía de Monserrat, dijo Franco entre otras cosas «que cuando España fue fiel a su Fe y su credo, alcanzó las más grandes alturas de su historia».
En 1940, promulgó la ley de Represión de la Masonería y del Comunismo, que como muy bien sabemos, siempre, desde la pérdida del Imperio Español, en la Guerra de la Independencia, en las variadas guerras que asolaron España en el siglo XIX, la caída de la Monarquía y los numerosos crímenes de Estado, intervinieron en todos, la acción conjunta de la masonería y de fuerzas anarquista y comunistas.
Como todo hombre, tuvo errores y acciones, que, aunque prácticamente, siempre se sacan de contexto, resultaron equivocadas, durante su mandato, pero el que esté libre y exento que tire la primera piedra. Visto desde la perspectiva del tiempo y no desde el momento en que se produjeron los hechos y me refiero a la represión habida en los primeros años desde que acabó la guerra en 1939, sólo quiero decir, que la situación en España, como en Europa, embarcada en lo que se ha llamado la Segunda Guerra Mundial, era terriblemente angustiosa y peligrosa y creo que sólo con mano dura y siempre con juicios previos, se pudo salir de esa espiral que se cernía otra vez en España. Es cierto que no siempre podemos asegurar que los juicios previos, fueran justos, aunque sí sé, que lo fueron la mayoría de las veces y terminaron a los pocos años de haber comenzado la paz en España. Desde que tengo uso de razón, haya por el año 1945, con dificultades, con mucha hambre todavía en muchísimas familias y con escasez de productos esenciales, España empezó a caminar unida y hacia delante y no me cabe la menor duda, que con total confianza en el desempeño de Franco como Jefe del Estado Español, fueras de izquierdas o de derechas, solo éramos españoles.
Podría detallar de primera mano, todo el recorrido de la época de Franco, que viví plenamente toda la historia del franquismo, hasta su muerte en la cama, pero como actor privilegiado de esa época, sólo puedo decir bien alto: «Gracias Franco», por devolver a España su grandeza, en todos los órdenes de la vida.
Lo malo es, como digo en el título, que el hombre, siempre está dispuesto a tropezar con la misma piedra y una vez viviendo otra vez, en la llamada democracia, han vuelto a instalarse en nuestras instituciones, tanto masones, como comunistas de nuevo cuño, cuyas intenciones siguen siendo las mismas de siempre. Ahora, tenemos al frente de España un títere de esas fuerzas indeseables para nuestra patria y la deriva que hemos tomado es tal, que de no saber acabar pronto con este cáncer para España, me temo que ya nunca, podrá volver a ser, la gran nación que ha sido siempre y hasta hace bien poco.
¿Cómo podemos admitir, que se programen desde el gobierno, 50 jornadas para conmemorar la muerte de Franco? Es un contrasentido, porque en primer lugar, Franco murió en la cama y lo que se trata de hacer con semejante ignominia, es dar carta de ciudadanía al invento de la Memoria Histórica, que es un compendio de mentiras y alteración de la verdad de lo realmente sucedido, para intentar justificar el grandioso fracaso de la II República Española, responsable absoluta del enfrentamiento que derivó en la Guerra Civil. Esta es la verdad dicha de manera sencilla y ya está bien de no decirlo claramente.
Lo que no puedo comprender, es cómo no se rebelan las generaciones que están en plena actividad, tanto profesional como en otros órdenes de la vida, contra tanta basura e indignidad, que nos obligan a padecer.
Confío que los últimos acontecimientos, todos indeseables, que en cascada, se están produciendo en todos los órdenes, un día si y al otro también, hagan que de verdad, se produzca ya la esperada reacción, que permita desalojar semejante gobierno, que nos lleva de cabeza a ser representantes de una República Bananera.
- José Fernando Martín Cinto es licenciado en Ciencias Físicas