¿Para cuándo en Madrid?
¿Para cuándo tiene previsto el Gobierno nacionalista estrechar lazos con la diáspora que se asentó en innumerables ciudades del resto de España y especialmente en Madrid, con motivo del terror y horror nacionalista de finales del siglo XX y principios del XXI...?
Es costumbre de los sucesivos lehendakaris visitar aquellos lugares del mundo donde existen colonias de vascos. Muchas de ellas están formadas por los descendientes de aquellos primeros pioneros que emigraron a finales del siglo XIX y primeros del XX movidos por la necesidad y que buscaron fortuna en distintos países especialmente de América. Hay euskal etxeak muy asentadas en Argentina, en Uruguay, en USA y en otros muchos países y ciudades.
El tratamiento que el nacionalismo otorga a eso que denominan la diáspora está siempre aderezado de un halo romántico y entrañable pleno de abrazos y 'aurreskus'. En el último viaje a Boise, capital del estado norteamericano de Idaho, el lehendakari ha propuesto que se refuercen los lazos en el ámbito universitario entre la universidad pública vasca y una de dicha ciudad. Como ocurrencia o iniciativa no está mal, no obstante, ¿para cuándo tiene previsto el Gobierno nacionalista estrechar lazos con la diáspora que se asentó en innumerables ciudades del resto de España y especialmente en Madrid, con motivo del terror y horror nacionalista de finales del siglo XX y principios del XXI, que según un estudio de CEU hizo huir del País Vasco a cerca de 200.000 personas?
No se entiende, salvo por la evidente connivencia entre nacionalistas causantes y nacionalistas cómplices de esa catástrofe humana, que este grupo humano sea invisible para el lehendakari viajero. Quizás tema que al acudir a una de esas tan dignas euskal etxeak le increpen al grito de alde hemendik (fuera de aquí). Por cierto, puestos a hablar de diásporas y también de universitarios, ¿es capaz el lehendakari de responder a esa ingente horda de graduados –nueva diáspora– que se marchan a Madrid y a innumerables puntos del mundo a ganarse la vida, porque en la arcadia feliz no tienen ningún futuro? El lehendakari va a acabar siéndolo de ningún sitio.
Rafael Carriegas Robledo fue diputado nacional del PP por Vizcaya
