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27 de abril de 2024

La que fuera ministra de Empleo y Seguridad Social, ha participado en la Semana Social de Sevilla

La que fuera ministra de Empleo y Seguridad Social ha participado en la Semana Social de SevillaCEE

Clausura Semana Social en Sevilla

Fátima Báñez: «Los cristianos tenemos el deber de dar testimonio en cualquier ámbito de responsabilidad»

La que fuera ministra de Trabajo en el anterior gobierno participó en una de las mesas redondas de la jornada de clausura de la Semana Social de Sevilla, desde donde se abordó la importancia de «regenerar la vida pública»

A lo largo del día de ayer tuvo lugar la tercera y última jornada de la cuadragésima tercera edición de las Semanas Sociales de España, un espacio de reflexión organizado por la Conferencia Episcopal Española, que en esta ocasión ha tenido como sede la ciudad hispalense. 
Sevilla ha sido sede de la Semana Social en tres ocasiones, a parte de esta: en 1908, 1965 y 1978. Así lo recordó el pasado jueves el arzobispo José Ángel Saiz Meneses, quien destacó «la valiosa aportación –de estas jornadas– al discernimiento del espacio y el tiempo de la Iglesia, de su iluminación del momento presente y de su contribución, desde la reflexión y la práctica, al bien común de la sociedad», para recordar que «la regeneración de la vida pública» es un asunto  que «no puede ser de mayor actualidad y urgencia». 
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«Una mirada desde la política»

La primera mesa redonda de la última jornada de las Semanas Sociales de España, bajo el lema «Una mirada desde la política», estuvo moderada por el periodista Diego García Cabello. En el coloquio participaron el viceconsejero de la vicepresidencia y de la consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local de la Junta de Andalucía, Manuel Alejandro Cardenete Flores; el director del Instituto Diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao, Carlos García de Andoin; y la diputada del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Sol Cruz-Guzmán García.
Por su parte, Cardenete habló sobre la importancia de las relaciones personales en política, donde son más fáciles los acuerdos y sacar adelante proyectos cercanos al bien de las personas y del bien común. Sol Cruz-Guzmán hizo una llamada a la movilización de las personas en la sociedad para impulsar el trabajo en la política y alertó del «cambio que se está dando entre el bien común o bien general y la multitud de bienes particulares».
En este punto, la diputada popular señaló «la poca proactividad de la Iglesia en la reclamación a los políticos de sus opiniones y presencias en la sociedad". En relación a la amistad social señaló que su experiencia en política es que sí hay posibilidad y reclamó que «la Iglesia sea catalizadora de las opiniones diversas en el espectro político». Manuel Alejandro Cardenete animó en su turno de intervención a la presencia en redes sociales «porque lo que no se visualiza no existe pero al mismo tiempo alertó de sus riesgos. Creo en la bondad de las redes sociales para contar los bienes que se hacen en el terreno político y en el terreno particular poniendo en valor lo que para mí es importante, que es también la vida cristiana».
Carlos García de Andoin, director del Instituto Diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao, afirmó que «las redes ayudan a la tribalización de la vida social y de la vida política» y añadió «dos elementos que cortocircuitan el diálogo entre la Iglesia la política y la vida pública. Una es de la parte de la política cuando hay un laicismo que arroja a la religión a la vida privada» y afirmó «la necesidad de una laicidad incluyente» y «desde el lado cristiano hay que olvidarse el recurso a la verdad ontológica y a la ley natural. En el tiempo presente hay que construir desde el diálogo y desde la convención, porque a los valores pre-políticos no se puede llegar desde una verdad, sino desde el acuerdo entre distintos».
Imagen de una de las mesas redondas de las Semanas Sociales de España

Imagen de una de las mesas redondas de las Semanas Sociales de EspañaCEE

«Una mirada desde la empresa y el sector social»

la segunda mesa redonda, «Una mirada desde la empresa y el sector social»,  ha contado con las intervenciones de la exministra de Empleo y Seguridad Social de España, Fátima Báñez García; el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara Sarriá; y la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro. El periodista Juan Carlos Blanco Cruz fue el moderador.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía indicó que «hay que reconocer que el diálogo político e institucional no está a la altura de lo que los ciudadanos queremos. Es referente el diálogo social». González de Lara mostró su preocupación por la escasa participación social, «también de los cristianos». «Tenemos que dar no sólo compromiso de fe, sino también social y política» y pidió pasar del «¿Qué va a pasar? al ¿Qué podemos hacer?». «Sin ética no existe éxito empresarial ni tampoco existe éxito social».

El compromiso y el encuentro con el otro, como dice el Papa, es lo que nos lleva a la regeneración de la vida públicaNatalia Peiro - Secretaria general de Cáritas española

Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas señaló que el optimismo y la esperanza están en ver a todas esas personas católicas que se comprometen con los demás: «el valor de los cristianos para la vida pública es nuestro valor y nuestro compromiso, con esa coherencia de vida de tantas personas anónimas desde su vida privada» porque, apuntó, «el compromiso y el encuentro con el otro, como dice el Papa, es lo que nos lleva a la regeneración de la vida pública». Una de las herramientas importantes es estar cercanos a los problemas de nuestro tiempo y dijo que «en Cáritas una ventaja es que las decisiones muchas veces se toman en la primera línea, entre quienes están en contacto con el otro, con el que sufre, con los que están en el encuentro cercano».
La exministra Fátima Báñez señaló que la regeneración tiene su «origen en la responsabilidad personal, como primer paso para regeneración de la vida pública». Recordando a Benedicto XVI, señaló que «los cristianos tenemos el deber de dar testimonio de nuestra vida en cualquier ámbito de responsabilidad». La sociedad se construye con la suma de cada uno, «no esconderse en la responsabilidad colectiva sino mirar desde la responsabilidad persona para construir el bien común. A partir de ahí trasciende el entorno en el que uno vive».
La secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, durante su intervención en las Semanas Sociales de España

La secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, durante su intervención en las Semanas Sociales de EspañaCEE

Conclusiones de las Semanas Sociales de España: contra el individualismo y a favor del bien común

En la clausura de esta última edición de la Semana Social en Sevilla, Jesús Avezuela, presidente de esta iniciativa de la Iglesia española; José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla; y el sacerdote Fernando Fuentes, director de las Semanas Sociales y subdirector de la Fundación Pablo VI, se dirigieron al auditorio para recoger algunos de los ecos de estos días de diálogo y reflexión compartida. 
«Nuestras sociedades -reza el documento de las conclusiones- están atravesadas por un profundo individualismo que dificulta las propuestas de proyectos comunes orientados al bien común. Un individualismo, que como declara el Papa Francisco en Fratelli tutti, “no nos hace más libres, más iguales y más hermanos y hermanas” (cfr, FT, 105). Desde el compromiso de los católicos en la vida pública es necesario empeñarse en construir una sociedad cada vez más inclusiva, que nos vincule asociativamente entre creyentes y no creyentes, dando protagonismo a la sociedad civil en la edificación de la fraternidad universal».
Para las Semanas Sociales de España, no hay duda sobre la importancia de reconocer «la intensa pluralidad de nuestras sociedades y las diferentes sensibilidades dentro de la Iglesia como una llamada a construir una gran familia humana desde la diversidad». Sin embargo,  esta pluralidad no debe estar conformada por la polarización, el enfrentamiento o la falta de diálogo, sino que hay que generar una presencialidad regenerativa que ayude en todos los ámbitos a una mayor presencia de la Iglesia como agente de paz y concordia. 
Antes de la intervención de Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, quien intervino de forma telemática para agradecer «el trabajo de miles de personas, de buenas personas, que desde la Iglesia ayudan a los demás», el documento final presentaba la importancia de promover desde esta Iglesia sinodal y en salida las vocaciones al mundo político. «Laicos y laicas que vivan como misión de servicio su presencia en la vida política activa en la diversidad de opciones existentes. Comprometerse en las dinámicas del poder político, no para sucumbir ante él, sino para convertirlo en servicio para el bien común es una «altísima vocación, una de las formas más preciosas de caridad» (cfr EG, 205) que la Iglesia debe acompañar, formar y cuidar. El acompañamiento personal y comunitario a las vocaciones políticas se constituye como un reto fundamental en el contexto complejo e incierto que vivimos».
Además de solicitar un respeto a las religiones, a fortalecer la presencialidad de los cristianos en el mundo digital, la Semana Social de Sevilla se ha despedido con el siguiente llamamiento:
«Hacemos, a la conclusión de esta Semana social, un llamamiento a todos los cristianos y cristianas a comprometerse en los diversos escenarios de la vida pública. El mundo en el que nos movemos necesita personas que, alimentadas desde la Parábola del Buen samaritano, sean capaces de pararse a los bordes de los caminos y compasivamente comprometerse en la construcción del bien común desde la vida pública».
Semanas Sociales de España

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