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20 de abril de 2024

El Papa Francisco en su mensaje de Navidad lamenta que «muchos conflictos pasan casi desapercibidos»

Navidad en el Vaticano

El Papa Francisco en su mensaje de Navidad: «Muchas son las dificultades, pero la esperanza es más fuerte»

Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el Santo Padre ha ofrecido al mundo su mensaje de Navidad y la bendición Urbe et Orbi

Hoy, 25 de diciembre, día en que se celebra el nacimiento de Jesús, el Papa Francisco ha recordado que fue Él quien trajo el diálogo a la tierra. «La palabra de Dios, que ha creado el mundo y da sentido a la historia y a la vida de los hombres, se hizo hombre entre nosotros. El Verbo se hizo carne para dialogar con nosotros», ha afirmado el Santo Padre. 
Ha querido resaltar, no por primera vez, la importancia de esa conversación: «¿Qué sería del mundo sin ese diálogo de tantas personas generosas que han mantenido unidas a comunidades y familias?», se ha preguntado el Pontífice en su mensaje de Navidad. Ha insistido en que fue Dios quien nos enseñó el camino del diálogo viniendo al mundo para que la humanidad pudiese recorrerlo. 
Fachada de la basílica de san Pedro, donde en el balcón central se encuentra el Santo Padre

Fachada de la basílica de san Pedro, donde en el balcón central se encuentra el Santo PadreAFP

Muchas guerras que pasan desapercibidas

Ha incidido en que en el ámbito internacional existe el riesgo de no querer conversar, pero esta es la única manera de encontrar soluciones a los conflictos y llegar a beneficios compartidos y duraderos.
«Mientras el nacimiento del Salvador resuena a nuestro alrededor y en el mundo entero, vemos muchos conflictos, crisis y contradicciones, que parece que no terminan nunca y que pasan desapercibidos», ha advertido el Papa Francisco. Ante esto, se corre el riesgo de no escuchar la voz de auxilio y los gritos de desesperación de todos aquellos que se encuentran envueltos en guerras o crisis humanitarias. El Santo Padre ha querido recordar al pueblo sirio, a Irak, a los niños de Yemen, Israel y Palestina, y también al Líbano, que vive una crisis sin precedentes. 
«He aquí en medio de la noche el signo de esperanza. Hoy el amor que mueve el sol y la otras estrellas, como dijo Dante, se ha hecho carne», ha apuntado el Pontífice. «A Él, que vino necesitado de todo pero a dárnoslo todo, pidámosle la fuerza del diálogo, que ponga en nuestros corazones anhelos de reconciliación y de fraternidad». 
El Papa Francisco ha querido recordar las situaciones de Myanmar y Ucrania, y también a todos los pueblos del norte de África, «que sufren a causa de las divisiones y las tensiones y víctimas del terrorismo internacional». Ha pedido también porque en los corazones del pueblo americano prevalezcan los valores de la solidaridad, la reconciliación, el respeto y el reconocimiento de los derechos y los valores de todos los seres humanos.
Algunos asistentes al mensaje de Navidad en la plaza de san Pedro

La plaza de san Pedro, llena para escuchar el mensaje de Navidad del Papa FranciscoAFP

Esperanza y consuelo

En este tradicional mensaje navideño, el Santo Padre ha orado también por las familias: «Conforta a las víctimas de la violencia contra las mujeres. Ofrece esperanza a los niños y adolescentes victimas de intimidación y abusos. Da consuelo a los ancianos, sobre todo a los que están solos. Concede a las familias serenidad y unidad, lugar primordial para la educación y base del tejido social», ha pedido a Jesús. 
Por último, antes de pasar a dar la bendición Urbi et Orbi, ha querido recordar también a todos aquellos que se encuentran presos, ya sea por la guerra o por cuestiones políticas, para que puedan volver cuanto antes a sus hogares, y ha querido también motivar a las autoridades políticas de todo el mundo para llegar a soluciones comunes, de nuevo mediante el diálogo, para que las futuras generaciones puedan vivir en un ambiente respetuoso con la vida. 
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