«Me disculpo, tengo que moverme en una carroza real porque mis rodillas no me permiten hacerlo a pie como me gustaría», bromeó el Papa Francisco cuando saludó a las familias de los Guardias Suizos tras la ceremonia de juramento de los 34 nuevos reclutas. El pasado lunes tuvo lugar el evento en El Vaticano, al que acudieron los familiares de los nuevos miembros del ejército más pequeño del mundo, y el Santo Padre ofreció una bendición a los presentes, según informa Rome Reports.
«Para mí, este es un día muy esperado, porque me permite expresar públicamente mi agradecimiento por la presencia y el servicio de la Guardia Suiza. Demostráis un alto nivel de motivación y voluntad de servicio, y también –esto me alegra mucho– las buenas relaciones entre ustedes», afirmó Francisco durante su discurso.
Los nuevos reclutas, que permanecerán de servicio durante al menos dos años, han de cumplir una serie de requisitos. Por ejemplo, han de tener nacionalidad suiza y tener una estatura de al menos 1,74 metros. Además, han de profesar la fe católica y su estado civil debe ser soltero. Si se quieren casar tienen que posponer su entrada en el cuerpo por dos años y necesitarían en este caso un permiso del capellán de la guardia. Para poder acceder al ejército del Papa es necesario poseer un título profesional o el grado de secundaria y haber cumplido la instrucción básica en las Fuerzas Armadas Suizas, con certificado de buena conducta.
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