
Los 26 neosacerdotes imparten su primera bendición tras ser ordenados en la catedral myeongdong
Seúl llega por primera vez a los mil sacerdotes tras ordenar a 26 este mes
La archidiócesis coreana triplica en número de presbíteros a Barcelona y se aproxima a los 1.100 de Madrid
Son cifras que, en España –y en la mayoría de países occidentales– no se registran desde hace décadas. El pasado viernes, 26 diáconos fueron ordenados sacerdotes en la catedral Myeongdong por monseñor Jeong Sun-taek, arzobispo de la archidiócesis de Seúl (Corea del Sur). Con ello se inaugura lo que han dado en llamar la «era de los 1.000 sacerdotes», 194 años después de su erección como diócesis. «Con la ordenación de 26 nuevos sacerdotes (incluido un redentorista), el número de sacerdotes en la diócesis aumentó de 974 (incluidos 1 cardenal, 1 arzobispo, 3 obispos y 4 monseñores) a exactamente 1.000», explica el arzobispado en una nota.
«Es un tamaño considerable en comparación con la archidiócesis de Milán (aproximadamente 1.700 sacerdotes), que tiene el mayor número de sacerdotes en una sola diócesis en la Iglesia universal», prosigue el comunicado con cierto regodeo. En Madrid, por ejemplo, el número de presbíteros diocesanos ronda los 1.100, a los que hay que sumar 1.400 religiosos. En Barcelona son muchos menos: 303 del clero secular y cerca de 400 del regular. En Toledo son alrededor de 423 y 24, respectivamente, y en Sevilla, en torno a 414 y 222.
El número actual de sacerdotes en la Iglesia coreana se acerca a los 6.000. Según las Estadísticas sobre la Iglesia católica en Corea publicadas por la Conferencia Episcopal del país asiático el año pasado, a 31 de diciembre de 2023 había 5.721 presbíteros. El número acumulado de sacerdotes en la Iglesia coreana, desde el primer ordenado en 1845 –el padre Kim Dae-geon–, alcanza los 7.019.
«Recuerden que han sido elegidos y designados entre los hombres para hacer la obra de Dios», dijo monseñor Jeong Sun-taek a los neosacerdotes durante la homilía en su misa de ordenación sacerdotal. «Tomen siempre como ejemplo al Buen Pastor que vino no para ser servido, sino para servir, y para buscar y salvar a la oveja perdida», apostilló.