
La extraña pareja que dirige Nicaragua con puño de hierro
Nicaragua
La dictadura de Ortega saca a 14.000 policías a la calle para prohibir las procesiones de Semana Santa
Infiltra a agentes en las misas para controlar que no se hable contra el Gobierno en las homilías
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua ha prohibido, por tercer año consecutivo, las procesiones en las calles del país, donde la Iglesia católica sufre una feroz persecución por parte del régimen desde hace algunos años. «Antes salíamos a las calles y hacíamos un recorrido por las comunidades, ahora ya no. Tenemos que hacerlo dentro del templo, y eso merma un poco la religiosidad popular, porque a la gente le gustaba la procesión. Ahora, solo rezamos y leemos las estaciones», comenta al diario Confidencial un fiel de nombre Marcos, que sirve en una iglesia en Managua. «Toman fotos, ven quiénes están y qué se está haciendo. El sacerdote debe brindar información», añade. Según el citado diario y recoge Aciprensa, la dictadura pondría 14.000 policías en las calles para evitar procesiones en la Semana Santa de Nicaragua.
A finales de marzo, Martha Patricia Molina, investigadora y abogada nicaragüense en el exilio, detalló que existe un «Plan Verano 2025» policial, que «incluye el asedio e intimidación de policías a sacerdotes» para recordarles dos órdenes que deben cumplir para no terminar en la cárcel: «la no autorización de realizar procesiones» y «no mencionar en sus homilías y actividades religiosas nada en contra del gobierno».

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A mitad de ese mes, el diario Mosaico CSI denunció que la policía vigila a sacerdotes, revisa sus móviles y les exige informes semanales de sus actividades, además de restringirles la libertad de movimiento.
Dignos de admiración y solidaridad
Este Domingo de Ramos, monseñor Silvio Báez, obispo nicaragüense en el exilio, escribió en su cuenta de X que «la dictadura de Nicaragua ha prohibido procesiones en la calle. Lo que no podrán impedir es que el Crucificado revele su victoria en cada lucha por la verdad y la justicia, en cada esfuerzo por defender la dignidad de las personas y en cada acto de solidaridad por las víctimas».
El mismo 13 de abril, el P. Nils Hernández, sacerdote nicaragüense exiliado en Estados Unidos, señaló que “Jesús va a derrocar a esos dictadores que se han robado a Nicaragua como que fuera su finca. Dios mira el sufrimiento de su pueblo y Dios no abandona a Nicaragua, aunque los codictadores [Ortega y Murillo] piensan que ellos seguirán triunfando".
«Pese a la persecución religiosa emprendida por el orteguismo contra la Iglesia en Nicaragua, los católicos asisten de forma masiva a las parroquias del país en este inicio de la Semana Santa», indicó por su parte el periodista nicaragüense exiliado en España Israel Espinoza. «La fe de los cristianos nicaragüenses es digna de admiración y solidaridad», agregó.
El P. Edwing Román, otro sacerdote exiliado, escribió en X que «en Nicaragua nada está normal. Sé de algunas parroquias donde permanecen policías dentro del templo, graban homilías, y éstos piden tomarse fotografía con el sacerdote para comprometerlos a dar una imagen según la chayo [Rosario Murillo], de 'amor y paz'».
Informe de expertos de la ONU sobre Nicaragua
El 3 de abril, el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua publicó un informe que da información sobre 54 funcionarios a quienes considera responsables. Félix Maradiaga, expreso político y director de la Fundación Libertad, indicó el 10 de abril, en entrevista con EWTN Noticias que el informe detalla el «rol sangriento» de esos funcionarios, «no sólo en las protestas del 2018, sino en la posterior represión», y lanzó un llamamiento a la comunidad internacional para que Nicaragua «pueda tener en algún momento un tribunal especial para perseguir estos delitos».