María Milagrosa Pérez Caballero ha sido apartada como directora general de las HAM
Madrid y Toledo vetan a las HAM tras las irregularidades detectadas en la investigación canónica
La superiora general de las Hijas del Amor Misericordioso es cesada y apartada de la asociación y las postulantes y novicias de primer año volverán a sus casas
Se las conoce como las HAM, acrónimo de su nombre completo, las Hijas del Amor Misericordioso, una asociación pública de fieles que ayer fue intervenida oficialmente por el arzobispado de Madrid. La archidiócesis de Toledo, donde el grupo dirige una casa de espiritualidad en Ocaña y otra en Escalona, ha refrendado la medida del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, y pedía en un comunicado hecho público anoche la retirada de las HAM de su jurisdicción eclesiástica, «tras un tiempo de discernimiento pastoral y las consultas pertinentes».
En la nota hecha pública por el arzobispado de Madrid no se detallan las causas que han propiciado esta decisión, aunque asegura haber recibido «numerosas denuncias» y concluir que «aprecia verosimilitud en aspectos cuya competencia pertenece al dicasterio para la Doctrina de la Fe». Es decir, el caso revestiría la gravedad suficiente como para que el Vaticano tuviera que adoptar una resolución sobre el asunto.
La decisión ha sido adoptada «tras la finalización de una visita canónica y de un proceso de investigación previa, y tras informar a las archidiócesis de Toledo y Sevilla y a la diócesis de Getafe». Aunque las causas no han sido detalladas, algunas fuentes hablan de posibles «prácticas sectarias» en el seno de las Hijas del Amor Misericordioso, una asociación muy activa apostólicamente con jóvenes y que había obtenido un notable incremento vocacional en los últimos años.
Funciones suspendidas
Sea como fuere, lo cierto es que el arzobispado de Madrid ha cesado a María Milagrosa Pérez Caballero como superiora general de las HAM, apartándola incluso temporalmente de la asociación, poniendo en su lugar a Pilar Arroyo Carrasco, HCSA, que fungirá como comisaria extraordinaria. La religiosa, de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, «tendrá como encargo revisar y reconducir aspectos fundamentales, tales como la estructura de gobierno, el plan de formación, la vida comunitaria y el acompañamiento espiritual, además de revisar estatutos, reglamentos y la gestión económica». «Así, quedan suspendidas las funciones del equipo general de gobierno anterior», decreta el arzobispado de Madrid.
Las HAM reciben, además, otras duras sanciones, como «no admitir nuevas vocaciones ni continuar los procesos formativos de postulantes y novicias de primer año (el resto podrán seguir su proceso de formación bajo la autoridad comisaria)». Asimismo, «se limita la actividad pastoral externa de las hermanas y se requerirá autorización específica para determinados actos religiosos. Se permitirá el acompañamiento espiritual y formativo únicamente por personas designadas por la autoridad eclesiástica».
El arzobispado de Toledo emitió un comunicado posterior al de Madrid, respaldando las medidas y añadiendo otras nuevas que afectan a su territorio, como «no renovar el permiso para que la comunidad del noviciado de las HAM permaneciera en Escalona» o denegarles el permiso para que se instalen en el convento de las capuchinas de Toledo, una opción que la archidiócesis les había ofrecido en un primer momento.
