Arranca en Madrid el 27º Congreso Católicos y Vida Pública

Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera, presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, ha inaugurado esta tarde, unos minutos pasadas las 16:30 horas, el 27º Congreso Católicos y Vida Pública. Media hora antes había tenido lugar una adoración eucarística en la sede de la universidad San Pablo CEU, en Madrid, que acogerá el encuentro hasta el próximo domingo.

Monseñor Roman Walczak, encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica en España, fue el encargado de dar la bienvenida en nombre del nuncio, monseñor Piero Pioppo. «Saben que el nuncio siempre está presente en la inauguración de estos congresos», ha afirmado. En esta ocasión no ha sido posible, ya que el nuevo embajador de la Santa Sede ante España no comienza su desempeño hasta el próximo 5 de diciembre. Monseñor Walczak ha leído, además, la bendición apostólica que ha mandado el Papa León XIV a todos los participantes en el congreso, «extensible a todos sus familiares y amigos».

José Masip Marzá, codirector del Congreso Católicos y Vida Pública, ha asegurado que «los católicos estamos llamados a ser testigos de la esperanza. El pesimismo es contrario a la gracia y a la virtud de la fe». «El mundo necesita mensajes de esperanza», ha afirmado Masip, parafraseando a León XIV.

«España se encamina hacia la ruptura. Seguimos dando palos de ciego porque no comprendemos la crisis de descomposición, enraizada en el olvido de la trascendencia», ha observado María San Gil Noain, la otra codirectora del congreso. «De espaldas a Dios, seguiremos en caída libre hacia el abismo», ha añadido. Pero, a la vez, ha destacado que «en los momentos de peligro extremo, la virtud de la esperanza adquiere todo su sentido, que descansa en la promesa hecha por Dios a los hombres». «El mal no prevalecerá», ha asegurado San Gil, recordando las palabras del Santo Padre tras su elección.

Por último, Alfonso Bullón de Mendoza ha reconocido en su intervención que hay «una cierta confusión», pero también «hay motivos para la esperanza». «Tenemos que vivir la opción benedictina, pero también adoptar el espíritu paulino» para salir a evangelizar a los demás, ha concluido.