Cardenal Juan José Omella
El cardenal de Barcelona llama a la unidad en el día de Cataluña
«La gran riqueza del pueblo catalán está en su unidad y no en su uniformidad, en su enriquecedora diversidad. Cataluña es plural y diversa, precisamente en esta diversidad radica su belleza y fuerza para salir adelante», afirma el cardenal Omella, arzobispo de Barcelona
Durante la celebración del Diodo en Cataluña, se ha pronunciado el obispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, para recordar la importancia de mantenernos unidos, haciendo referencia a la sinodalidad propuesta por el propio Papa: «ante la Diada de Cataluña, os propongo orar por nuestro pueblo, esta tierra de acogida que siempre ha sido alegre y trabajadora». En su más sincera felicitación a los fieles de Cataluña, el cardenal ha aprovechado para animar a los fieles a seguir el camino de Cristo: «oremos para que los catalanes no perdamos nunca la fe, puesto que se encuentra en nuestra identidad más profunda».
En su carta dominical, el cardenal asegura que la Iglesia católica se ha puesto en movimiento, «sumando a todas las personas que lo deseen, fiel a la misión que le ha confiado Nuestro Señor Jesucristo». También, asegura Omella, «el camino recorrido hasta el día de hoy ha permitido identificar y compartir las peculiaridades de las situaciones que vive la Iglesia en las distintas regiones del mundo. Este camino nos ayuda a respetar y amar la diferencia, y a apreciar en todo momento lo mucho que nos une».
Espiritu sinodal
La Diada de Cataluña es una jornada festiva en la que esta región española celebra su cultura y la lengua catalanas. Por ello, afirma el arzobispo de Barcelona, «es una buena oportunidad para compartir y poner en práctica el mismo espíritu de comunión, escucha y trabajo en equipo del Sínodo». Omella hace alusión a participar de este señalado día en comunión y fraternidad. «Es una fiesta en la que salimos a la calle para disfrutar la alegría de compartir una historia, una cultura y unas tradiciones», añade.
Vivamos "un encuentro cordial y familiar. Encontrarnos entre nosotros es encontrar al Señor en medio de nosotros. La gran riqueza del pueblo catalán está en su unidad y no en su uniformidad, en su enriquecedora diversidad. Cataluña es plural y diversa, precisamente en esta diversidad radica su belleza y fuerza para salir adelante”.
Omella cierra con una invitación a la oración mientras esperan con entusiasmo la celebración de la próxima asamblea sinodal y nos recuerda que la sinodalidad nos ayuda, no solo como pueblo, sino como hermanos unidos en Cristo, «confiamos hoy al Señor la misión que todos tenemos de trabajar unidos por el bien común».