
La estatua de la Virgen de Trevignano
Se desmonta el fraude de la Virgen que multiplicaba pizzas y lloraba en televisión: sus lágrimas eran falsas
Durante las investigaciones sobre los supuestos milagros de la Virgen de Trevignano, se realizó un análisis de ADN de las lágrimas de sangre de la estatua, confirmando que la sustancia pertenecía a la vidente Gisella Cardia
Desde 2016, el pequeño pueblo de Trevignano, a orillas del lago Bracciano, en Italia, ha sido el escenario de un fenómeno que ha cautivado a los medios y ha congregado a numerosos fieles: una estatua de la Virgen que supuestamente lloraba lágrimas de sangre, rezumaba aceite y multiplicó una pizza.
Las 'visiones' de Gisella Cardia, quien aseguraba recibir mensajes divinos de esta imagen de la Virgen que compró en su peregrinación a Medjugorje, se convirtieron en el centro de lo que muchos creyeron un milagro. Sin embargo, tras años de investigaciones, tanto la Iglesia como la justicia han desvelado el misterio detrás de estos eventos.
Cardia se hizo conocida por sus afirmaciones inusuales, como la de que la Virgen había logrado multiplicar una pizza y un plato de ñoquis para alimentar a numerosos invitados en su casa. Junto a sus seguidores, gestionaba una página web donde publicaban los mensajes que supuestamente recibían de la Virgen el día 3 de cada mes, acompañados de indicaciones y números de cuenta para recibir donaciones.
Según medios italianos, varios peregrinos denunciaron a Cardia por fraude y enriquecimiento ilícito, exigiendo la devolución de sus donaciones. Además, en el marco de estas investigaciones, se realizó un análisis de ADN de las lágrimas de sangre, confirmando que la sustancia biológica pertenecía a la propia vidente.
El Vaticano rechaza las falsas apariciones
En marzo de 2024, el obispo de la diócesis de Civita Castellana, monseñor Marco Salvi, decretó la prohibición de cualquier tipo de culto en el lugar. Las reuniones de oración, las peregrinaciones y las misas fueron suspendidas oficialmente.
Poco después, en junio del mismo año, el Vaticano descalificó los eventos, al no encontrar ninguna evidencia de lo que pudiera considerarse «sobrenatural». Al mismo tiempo, las autoridades italianas iniciaron investigaciones judiciales debido a las denuncias de peregrinos que acusaban a Cardia, quien ya tenía antecedentes de bancarrota, de enriquecimiento ilícito.
El comunicado emitido por el dicasterio para la Doctrina de la Fe confirmaba además las nuevas normas publicadas el pasado mes de mayo para discernir presuntos fenómenos marianos. «Que la Beata Virgen María, Madre de Jesús, Madre de la Iglesia y Madre nuestra, pueda devolver la paz y la serenidad por el bien espiritual de los fieles de la parroquia de Trevignano Romano y al pueblo de Dios de toda la diócesis», concluía la misiva.
El caso de Trevignano ha causado un gran revuelo, no solo en Italia, sino en todo el mundo, con decenas de reportajes en los medios y numerosas entrevistas a Cardia. Las pruebas científicas y las investigaciones judiciales han dejado claro que las lágrimas de sangre, como las «multiplicaciones» y otros fenómenos, eran parte de un elaborado fraude donde el fervor religioso fue manipulado.