El Papa León XIV en una imagen de archivo
El Papa denuncia el uso del hambre como «forma barata de hacer guerras» en su primer mensaje a la FAO
León XIV alertó sobre el drama de quienes mueren haciendo cola para conseguir comida, la desnutrición infantil, la corrupción que aprovecha la miseria y el desvío de ayudas humanitarias
«El hambre, escándalo para el mundo, utilizada hoy injustamente como arma de guerra y forma barata de hacer guerras», advirtió el Papa León XIV en su mensaje a la FAO, que celebra esta semana en Roma su 44ª Conferencia y el 80 aniversario de su fundación.
El Papa alertó sobre el drama de quienes mueren haciendo cola para conseguir comida, la desnutrición infantil, la corrupción que aprovecha la miseria y el desvío de ayudas humanitarias. En su mensaje, dirigido al director general de la FAO, Qu Dongyu, León XIV denunció los ataques de grupos armados contra tierras, ganado y rutas de abastecimiento, como formas de control sobre poblaciones indefensas.
«Esto conduce a que ingentes cantidades de personas sucumban al flagelo de la inanición y perezcan, con el agravante de que, mientras los civiles enflaquecen por la miseria, las cúpulas políticas engordan con la corrupción y la impunidad», advirtió.
«Mirar el futuro con esperanza, no con resignación»
También señaló el desvío de recursos financieros y tecnológicos hacia la industria armamentística con el objetivo de «erradicar la pobreza y el hambre en el mundo para ser utilizados en cambio en la producción y el comercio de armas».
Esa inversión, alertó, «alimenta ideologías cuestionables» y «enfría las relaciones humanas», alejando la posibilidad de fraternidad y convivencia social.
El Papa valoró el trabajo diario de la FAO para enfrentar el problema del hambre y la malnutrición, y respaldó los esfuerzos por erradicar un flagelo que, según dijo, sigue siendo uno de los mayores desafíos de la humanidad. Recordó el Evangelio de la multiplicación de los panes como ejemplo de solidaridad y justicia: «la clave para vencer el hambre está más en el compartir que en la acumulación codiciosa».
León XIV pidió que se sancione con claridad a quienes utilizan el hambre como arma, estableciendo «límites claros, reconocibles y acordados para sancionar estos abusos y perseguir a sus autores y perpetradores».
Y concluyó con una advertencia: «Posponer la solución a esta situación devastadora no servirá de nada; por el contrario, la angustia y las dificultades de quienes la necesitan seguirán acumulándose». «Es imperativo pasar de las palabras a los hechos, apostando por medidas eficaces que permitan a estas personas mirar el presente y el futuro con confianza y serenidad, y no sólo con resignación, poniendo así fin a la era de los eslóganes y de las promesas engañosas», aseveró.