Mujer echándose colirio
Gotas para los ojos: la alternativa a las gafas para ver de cerca
A medida que se van cumpliendo años la capacidad para ver las cosas de cerca empeora. La presbicia, conocida popularmente como vista cansada, –la palabra presbicia proviene del griego «ojo viejo»–, se empieza a notar poco después de los 40 años, momento en el que el cristalino se vuelve más rígido y no puede cambiar de forma tan fácilmente. Esto hace que sea más difícil leer, enhebrar una aguja o realizar otras tareas que requieran ver de cerca.
No existe forma de detener o revertir el proceso normal de envejecimiento que causa la presbicia. Sin embargo, se puede corregir con gafas, lentes de contacto o cirugía.
Sin embargo, una posible solución podría ser tan simple como aplicar unas gotas oftálmicas especiales dos o tres veces al día. En el 43.º Congreso de la Sociedad Europea de Cirujanos de Catarata y Refractivos (ESCRS) se presentaron los resultados de un estudio retrospectivo con 766 pacientes, que mostró que la mayoría logró leer entre dos y tres líneas adicionales en la tabla de Jaeger —utilizada para medir la visión cercana— tras usar un colirio especialmente formulado. Lo más relevante: esta mejora se mantuvo hasta dos años.
La investigación fue liderada por la Dra. Giovanna Benozzi, del Centro de Investigación Avanzada en Presbicia de Buenos Aires, Argentina, quien explicó: «Existen pacientes con presbicia que no son candidatos a cirugía y cuyas únicas opciones son las gafas, con todas sus limitaciones. Queríamos generar evidencia clínica sólida que respaldara una alternativa farmacológica eficaz, cómoda y no invasiva».
Qué llevan las gotas
El tratamiento, que fue desarrollado por el Dr. Jorge Benozzi, padre de la investigadora, incluye dos principios activos:
Pilocarpina, que contrae la pupila y el músculo ciliar, mejorando el enfoque a diferentes distancias.Diclofenaco, un antiinflamatorio no esteroideo que reduce los efectos secundarios de la pilocarpina.
Los pacientes recibieron las gotas dos veces al día –al despertar y seis horas después–, con una tercera dosis opcional si era necesario. El estudio incluyó 373 mujeres y 393 hombres, con una edad promedio de 55 años, divididos en tres grupos que recibieron pilocarpina al 1 %, 2 % o 3 %, siempre con la misma dosis de diclofenaco.
Resultados
Una hora después de la primera aplicación, los pacientes lograron una mejora media de 3,45 líneas de Jaeger. La visión cercana mejoró en todos los grupos, y los beneficios se mantuvieron hasta 434 días en promedio.
Grupo 1 %: 99 % alcanzó visión cercana óptima; 83 % mantuvo una buena visión a los 12 meses.Grupo 2 %: 69 % leyó tres o más líneas adicionales.Grupo 3 %: 84 % leyó tres o más líneas adicionales.
Los efectos adversos fueron en general leves: visión borrosa temporal (32 %), irritación ocular (3,7 %) y cefalea (3,8 %). Ningún paciente abandonó el tratamiento. Tampoco se registraron complicaciones graves como aumento de la presión intraocular o desprendimiento de retina.
Las gotas con pilocarpina y diclofenaco representan una alternativa farmacológica segura, eficaz y no invasiva frente a las gafas o la cirugía
El profesor Burkhard Dick, presidente electo de la ESCRS, comentó: «El estudio muestra resultados prometedores, pero el diseño limitado obliga a ser cautos. La pilocarpina puede causar efectos secundarios con el uso prolongado, y los AINE tópicos también presentan riesgos. Se necesitan estudios multicéntricos y a largo plazo para confirmar su seguridad y eficacia».
El estudio asegura que las gotas, aunque no eliminan por completo la necesidad de corrección visual en todos los pacientes, reducen de forma significativa la dependencia de las gafas de lectura y amplían el espectro de opciones disponibles para tratar la presbicia.