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Una mala postura, un sobreesfuerzo o el estrés pueden ser la respuesta a ese dolor cervicalGTRES

Por qué me duele el cuello y qué hacer para solucionarlo

Los ejercicios que debes hacer para recuperarte de un dolor cervical

Una mala postura, un sobreesfuerzo o el estrés pueden ser la respuesta a ese dolor cervical puntual que afectará a la mayoría de la población al menos una vez en la vida. Si el dolor de cuello no remite en pocos días o reincide, un examen de imágenes cervicales diagnosticará una posible hernia de disco o problemas asociados a la edad como el desgaste de los huesos del cuello o de los discos intervertebrales –espondilosis cervical–.
El osteópata Marcel Ventura Torras explica en Top Doctors que el dolor cervical, el situado en la parte más alta de la columna vertebral compuesta por siete vértebras, puede originar dolor local en el cuello, así como un dolor que se irradia a uno o hacia los dos brazos. También puede causar compresiones en la médula, de carácter más o menos grave.
Uno de los síntomas más comunes de este problema es la cefalea, es decir, el dolor de cabeza. Otro de los principales problemas es la continua sensación de mareo, que se da a la hora de cambiar de posición que puede ir acompañada de náuseas.

Tres patologías de la columna cervical

  1. Cervicalgia: dolor cervical originado en cambios degenerativos cervicales. Consiste en el desgaste del disco, así como alteraciones de la estabilidad cervical.
  2. Braquialgia: dolor en el brazo que se propaga en función de la red nerviosa.
  3. Cervicobraquialga: se juntan el dolor en el brazo y en la columna cervical.
Por su parte, expertos de Mount Sinai explican que cuando el dolor afecta a los nervios, como un espasmo muscular que pellizca un nervio o una hernia discal que presiona un nervio, es posible que sienta entumecimiento, hormigueo o debilidad en el brazo, la mano o en cualquier otra parte.

Qué hacer para que el dolor remita

Por lo general, el dolor leve de cuello se puede tratar en casa. Las mejoras simples de la postura son un excelente punto de partida: sentarse derecho con los hombros hacia atrás, conducir con los brazos en los apoyabrazos y evitar llevar bolsos al hombro.
  1. Los ejercicios de movimiento lento.
  2. Postura frente al ordenador: Mantener la espalda apoyada con el monitor del ordenador al nivel de los ojos para no tener que mirar hacia arriba o hacia abajo continuamente.
  3. Aplique calor o hielo en el área dolorida. Use hielo durante las primeras 48 a 72 horas y luego aplique calor.
  4. Adoptar una buena posición para dormir. Es especialmente importante dormir con la cabeza alineada con el cuerpo. Intente dormir en un colchón firme.
  5. Detener la actividad física durante los primeros días. Esto ayuda a calmar los síntomas y reducir la inflamación.
  6. Tomar analgésicos de venta libre como ibuprofeno o paracetamol.
  7. Técnicas fisioterapéuticas: el tratamiento consiste principalmente en aplicar técnicas fisioterapéuticas, como por ejemplo masajes en la zona del cuello combinados con terapias locales que aplican calor en la zona.
  8. En última instancia, siempre que el traumatólogo lo considere, se puede recurrir a la cirugía que se utiliza para reducir el nivel de presión en los nervios y en la médula cuando el dolor está originado en hernia de disco o un estrechamiento óseo en el canal vertebral.

Ejercicios posturales

El Dr. Alfonso Vega explica qué ejercicios hacer para fortalecer las cervicales.

Inclinación lateral

Para su ejecución nos sentaremos en una silla, apoyándonos totalmente sobre el respaldo e inclinaremos la cabeza hacia un lado, como si nuestra intención fuera tocar el hombro con la oreja. Posteriormente, recuperaremos nuestra pose natural.
La inclinación lateral es un ejercicio para mejorar la elasticidad de la musculatura del cuello. Repetir cinco veces hacia la derecha y otras cinco hacia la izquierda, alternando la posición en cada repetición.
Este ejercicio no debe causar dolor y que debemos mantener fijos los hombros. Podemos ayudarnos de la mano para empujar levemente la cabeza hacia el lado.

Rotación de cuello

Girar la cabeza hasta que la barbilla roce uno de los hombros y, a continuación, realizaremos un giro con el cuello hacia el lado contrario.
El movimiento debe ser lento y pausado, manteniendo en todo momento el control de nuestra posición. De este modo, para evitar el posible balanceo de los hombros, podemos sujetar la base de la silla con nuestras manos.
La rotación de cuello la efectuaremos en dos sesiones con cinco repeticiones cada una de ellas.

Cabeza hacia atrás

El ejercicio de cabeza hacia atrás será de ayuda para liberar la tensión que suele concentrarse en los músculos del cuello, evitando sentir rigidez en las cervicales.
Se realiza sentado en una silla cuyo respaldo no sea muy elevado. Se colocará el tronco recto y se inclinará el cuello hacia atrás, manteniéndolo en esta posición durante cinco segundos. Después, se vuelve a mirar al frente esperando tres segundos para repetir el movimiento. Este ejercicio se hará en dos sesiones de seis repeticiones respectivamente.

Levantamiento de hombros

Uno de los ejercicios más sencillos para fortalecer las cervicales consiste en el levantamiento de hombros, con el cuál conseguiremos actuar sobre los trapecios y la musculatura de los omoplatos.
Durante su realización se trata de subir y bajar uno de nuestros hombros, manteniéndolo en sentido paralelo con el tronco. Además, para intensificar el fortalecimiento, podemos agarrar una pesa o una botella de agua con la mano.
Para este ejercicio se realizarán diez repeticiones con cada hombro, alternando el izquierdo y el derecho.

Mentón hacia el pecho

Se empieza descendiendo la cabeza lentamente, como si nuestro objetivo fuera tocar el pecho con la barbilla y sentiremos como se estira todo nuestro cuello. Así permaneceremos durante cinco segundos, recuperando la vista al frente pasado ese corto periodo de tiempo.
Practicaremos este ejercicio con dos sesiones y seis repeticiones, descansando durante tres segundos entre repetición y repetición.
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