
El precio promedio de los huevos aumentó más del 10 % el mes pasado
Alimentación
¿Cuánto tiempo puedes guardar los huevos en la nevera antes de que se pongan malos?
El huevo es un alimento rico en proteínas, vitaminas y minerales que puede aportar muchos beneficios a nuestra dieta
El huevo es un alimento muy beneficioso y nutritivo. Es una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales y su consumo se asocia a la mejora de la salud ocular, la pérdida de peso y la reducción de riesgo de enfermedades cardíacas. Por todo ello, es un producto muy presente en la dieta de diversas partes del mundo. Sin embargo, su consumo también se ha relacionado con la salmonela, una infección bacteriana que puede provocar diarrea, fiebre y dolor abdominal.
Para que esta intoxicación no ocurra, es fundamental conservar adecuadamente los huevos y, para ello, es importante tener en cuenta que, dependiendo del modo de preparación, debemos conservarlos de una forma o de otra.
Cómo conservar los huevos según su preparación
En el caso de los huevos crudos, aquellos que compramos directamente en el supermercado, podemos conservarlos en la nevera, a una temperatura cercana a los 4ºC durante aproximadamente de 3 a 5 semanas desde la fecha de compra. No obstante, es indispensable que, antes de ello, nos aseguremos de que todos los huevos están en buen estado y que las cáscaras no tienen grietas que puedan contribuir a la contaminación alimentaria.
Si cocemos los huevos y no los pelamos, podemos guardarlos en la nevera una semana y, en el caso de que estén preparados como una tortilla, es recomendable consumirlos en un plazo de 3 a 4 días.
Por último, si los tenemos en aliño o con mayonesa, lo mejor es consumirlo dentro de los 2 o 3 días posteriores a su preparación.
¿Y si no los guardo en el frigorifico?
Cuando acudimos a un supermercado a comprar huevos, por norma general, no nos los encontramos refrigerados, sino almacenados a temperatura ambiente. Estos pueden aguantar en buen estado durante varios días siempre y cuando se encuentren en un entorno limpio y fresco. En los meses más calurosos, cuando las temperaturas superan los 20ºC, el riesgo de que las bacterias proliferen aumentan considerablemente.
Por todo ello, es mejor guardar los huevos en el frigorífico y, a poder ser, no en la puerta de la nevera, ya que es el lugar en el que más cambios de temperatura pueden experimentar.