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Estos suplementos, la mayoría comercializados en polvo, están elaborados a partir de proteínas extraídas del suero lácteo, de la soja o del huevoPxhere

Los riesgos ocultos de los batidos de proteínas

Según un estudio de la Universidad de Granada, el 56 % de quienes acuden a los gimnasios los consumen

Con el verano ya en nuestros recuerdos, son muchos los que han empezado septiembre apuntándose al gimnasio para quemar los excesos del período estival y volver a recuperar la rutina y abandonar el sedentarismo.
Con ello, se ve un aumento de personas que combinan sus entrenamientos con la ingesta de batidos de proteínas para ganar músculo. Según un estudio de la Universidad de Granada, el 56 % de quienes acuden a estos centros deportivos los consumen. Pero, ¿hasta qué punto son beneficiosos o perjudiciales?
Estos suplementos, la mayoría comercializados en polvo, están elaborados –como es obvio– a partir de proteínas extraídas del suero lácteo, de la soja o del huevo. Sin embargo, también contienen azúcares añadidos, saborizantes artificiales, espesantes, minerales y vitaminas.
Están indicados para aquellas personas cuya alimentación diaria no cubre sus necesidades y requieren un extra, pero son muchos los que los consumen en exceso y sin haberlo consultado con un nutricionista.

Proteínas diarias

Las proteínas son esenciales para la vida, estando presentes en todas las células del cuerpo humano, así como en buena parte de los alimentos que ingerimos, tanto de origen animal como vegetal. Son, por tanto, necesarias para garantizar la salud, pero falta consenso sobre cuál es la cantidad adecuada. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), se deben ingerir 0,83 gramos de proteína por kilogramo de peso. Sin embargo, la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva recomienda entre 1,2 y 2 gramos por kilo para aquellos que realizan ejercicio cuatro o más veces por semana.

Según la OMS y la EFSA, se deben ingerir 0,83 gramos de proteína por kilo de peso

Riesgos

En caso de ingerir más proteínas de las indicadas, nuestro organismo puede verse afectado de forma negativa, ya que el hígado trabaja más de lo que debería y los riñones tienen más posibilidad de sufrir fallos al acumularse en ellos residuos orgánicos.
Por otra parte, cuando se consumen más proteínas de las debidas, pueden desarrollarse problemas como náuseas, fatiga, calambres, dolores de cabeza e hinchazón. También puede provocar la excreción de calcio, algo que puede derivar en un debilitamiento de la densidad ósea.
Un artículo publicado por la Escuela de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Harvard advierte que pueden causar problemas digestivos y que su contenido calórico puede llegar a ser un problema, ya que algunos batidos pueden llegar a acumular más de 1.200 kilocalorías. Además, también destacan que pueden contener metales pesados como plomo, arsénico, cadmio, mercurio o bisfenol-A y que se desconocen los efectos en el organismo a largo plazo de estos suplementos.

Consejos

Por tanto, hay que tener cuidado de qué tipo de suplemento escogemos y de las cantidades que ingerimos, intentando hacer un cálculo correcto teniendo en cuenta nuestro peso, nuestra alimentación y la cantidad de deporte que realizamos.
Una importante advertencia de los nutricionistas es que se deben tomar siempre como suplemento y de forma razonable, combinándolos con una dieta equilibrada y un ejercicio físico diario y regular. Asimismo, se deben escoger aquellos batidos homologados y bajo la supervisión de un experto para evitar efectos adversos en la salud.
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