Toallitas de papel o secador de aire, ¿cuál es la mejor opción para secar las manos?
Mantener una adecuada higiene es primordial para conservar la salud y prevenir las enfermedades
Un adecuado lavado de manos es fundamental para evitar la propagación de gérmenes pero un secado correcto también minimiza la dispersión de microbios peligrosos, ya que si no se eliminan con el lavado puede aumentar la transferencia a superficies ambientales y con ello las oportunidades de transmisión y propagación.
En las viviendas particulares normalmente se utilizan las clásicas toallas que deben lavarse al menos una vez a la semana. Sin embargo, en centros hospitalarios, oficinas o centros de ocio las toallas suelen sustituirse por secadores de aire o toallitas de papel. ¿Cuál es mejor de las dos opciones?
La Dra. Ines Moura, de la Universidad de Leeds, Reino Unido, y sus colegas Duncan Ewin y el Profesor Mark Wilcox, de la Universidad de Leeds y el Leeds Teaching Hospitals NHS Trust, investigaron si existen diferencias en el grado de transmisión de virus según el método de secado de manos. La investigación del Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID) mostró que el uso de toallas de papel es sustancialmente más eficaz que los secadores a chorro para eliminar microbios cuando se secan las manos aún contaminadas.
Resultado del estudio
El equipo descubrió que tanto el método secador de aire a chorro (JAD) como el método de toallas de papel (PT) redujeron de manera estadísticamente significativa la contaminación viral de las manos. Para 10 de 11 superficies, se detectó una contaminación ambiental significativamente mayor después del uso del aire en comparación con el papel.
Todas las superficies muestreadas después del uso de aire mostraron contaminación por fagos, en comparación con solo seis superficies después del uso de papel.
- La contaminación superficial promedio después del contacto con las manos fue más de 10 veces mayor después del uso de aire en comparación con el método papel.
- La dispersión viral al delantal/ropa fue 5 veces mayor con aire en comparación con el papel.
- La transferencia de fagos del delantal a los sillones a través de los brazos cruzados se detectó solo después del uso de aire. Esto sugiere que la transferencia de microbios a superficies ambientales puede ocurrir directamente desde las manos que permanecen contaminadas después del secado de manos, pero también indirectamente desde el cuerpo de una persona que ha sido contaminado durante el secado de manos.
Los autores concluyen: «Existen claras diferencias, según el método de secado de manos, en la contaminación microbiana residual de las manos y el cuerpo del sujeto. Fundamentalmente, estas diferencias en la contaminación se traducen en niveles significativamente mayores de contaminación microbiana después del secado con aire a presión en comparación con el uso de toallas de papel en las manos y el cuerpo fuera del inodoro/baño».
Concluyen: «Creemos que nuestros resultados son relevantes para el control del nuevo coronavirus que se está extendiendo rápidamente por todo el mundo. Las toallas de papel deberían ser la forma preferida de secarse las manos después del lavado y así reducir el riesgo de contaminación y propagación del virus».