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Una alumna, probando el traje que simula los achaques de la edad.

Una alumna, probando el traje que simula los achaques de la edad.UGR

Sociedad

Así es el traje que simula los achaques de la vejez

Estudiantes de la Universidad de Granada prueban un simulador capaz de provocar dolor en las articulaciones, problemas auditivos o de vista

Un grupo de alumnos de la Universidad de Granada han experimentado con un simulador que recrea el envejecimiento para que los estudiantes puedan sentir y padecer lo que sufren los más mayores con los achaques de la edad.

Se trata de un traje que cuenta con distintos dispositivos para imitar el efecto que distintas patologías provocan en el cuerpo humano. Así, encontramos trajes con pinchos en la espalda para simular el dolor en las articulaciones, auriculares que hacen el efecto de los acúfenos o unos guantes que provocan temblores en las manos.

Fue a raíz de la pandemia del coronavirus cuando los profesores del máster en Gerontología, Dependencia y Protección de los Mayores de la universidad granadina decidieron que los alumnos debían tener empatía con lo que estaban pasando las personas con dificultades y encontraron un simulador diseñado por la empresa Produkt + Projekt que permite simular los efectos del envejecimiento.

«El objetivo es que tengan empatía, que vivan en primera persona las limitaciones que tienen las personas mayores y que comprendan los puntos débiles de aquellos que van a tratar», explica Juan Antonio Maldonado, coordinador del máster.

El director del Secretariado para la Inclusión y profesor del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la UGR, José Luis Cabezas Casado, subraya la importancia de este tipo de prácticas: «Es fundamental ponernos en la piel de las personas con discapacidad y de las personas mayores, así lograremos una inclusión efectiva y empática».

El perfil del estudiantado del máster es el de titulados en Trabajo Social, Educación Social, Terapia Ocupacional, Enfermería, Medicina o Psicología. «Se recogen las sensibilidades de diferentes disciplinas y se logra una especialización en las ciencias del envejecimiento, para formar a grandes profesionales a la hora de ejercer con mayores», indica José Luis Cabezas.

«Me siento pesada y aislada, ya que no escucho adecuadamente y no puedo moverme como quisiera», explica Andrea Lucena Perea, estudiante del máster, mientras realiza las prácticas con el ‘traje de la vejez’. «La pesadez y la lentitud al andar sorprende», detalla Andrea, quien argumenta que esta iniciativa ayuda «a comprender a quienes sufren los achaques».

María Sol Torres, también estudiante, destaca «la perfecta organización de esta formación que nos permite ponernos en los zapatos de quienes más nos necesitan», concluye.

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