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Jóvenes se manifiestan en Estados Unidos a favor de los derechos transAFP

Utah prohíbe las terapias transgénero en menores sin un diagnóstico que las respalde

El gobernador, Spencer Cox, asegura que se trata de una medida cautelar «hasta que más y mejores investigaciones puedan ayudar a determinar las consecuencias a largo plazo»

El Estado de Utah pone pie en pared para evitar las cirugías de cambio de sexo y terapias transgénero en menores que no estén respaldadas por un diagnóstico un trastorno de disforia de género.
El gobernador de la demarcación estadounidense, Spencer Cox, firmó este sábado un proyecto de ley a tales efectos ante la importancia de detener «estos tratamientos permanentes que alteran la vida de nuevos pacientes». Al menos, puntualizó, «hasta que más y mejores investigaciones puedan ayudar a determinar las consecuencias a largo plazo».
«Si bien entendemos que nuestras palabras serán de poco consuelo para aquellos que no están de acuerdo con nosotros, esperamos sinceramente que podamos tratar a nuestras familias transgénero con más amor y respeto mientras trabajamos para comprender mejor la ciencia y las consecuencias detrás de estos procedimientos», quiso aclarar.
En su comunicado, Cox elogió al senador estatal promotor de la ley, Mike Kennedy, un médico de familia republicano, por su «enfoque matizado y reflexivo» sobre el asunto. «La legislación que afecta a nuestra juventud más vulnerable requiere una cuidadosa consideración y deliberación. Si bien no es un proyecto de ley perfecto, estamos agradecidos por el enfoque más matizado y reflexivo del senador Kennedy sobre este tema terriblemente divisivo», dijo.
La nueva norma de Utah se cristaliza cuando los legisladores de al menos 18 estados ponderan también proyectos de ley similares dirigidos a la atención médica para jóvenes transgénero.
De igual forma, el proyecto de ley en cuestión también ordena al Departamento de Salud y Servicios Humanos de Utah que se lleve a cabo una revisión sistemática de las pruebas médicas relativas a los tratamientos hormonales transgénero.
El republicano cuenta con la oposición de las principales asociaciones médicas, que rechazan sus afirmaciones de que la reafirmación de género sea perjudicial para los niños. Sin embargo, un grupo de profesionales médicos sí que ha querido expresar su preocupación sobre los bloqueadores de la pubertad, una de los métodos utilizados en los casos de cambio de sexo y que podrían tener efectos a largo plazo sobre la densidad ósea, según explica The New York Times.
Cox incide en que es necesaria una mayor investigación sobre los tratamientos para los jóvenes transgénero y que la legislación que los afecta «requiere una cuidadosa consideración y deliberación». Previendo que su decisión iba a causar revuelo entre la comunidad trans, el republicano se ha justificado: «Si bien entendemos que nuestras palabras serán de poco consuelo para aquellos que no están de acuerdo con nosotros, esperamos poder tratar a nuestras familias transgénero con más amor y respeto mientras trabajamos por comprender mejor la ciencia y las consecuencias detrás de estos procedimientos».

Sigue la estela de otros estados

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos considera que la atención para la reafirmación del género es «crucial para la salud y el bienestar general» de los jóvenes transgénero. Sin embargo, cada estado tiene autonomía para decidir si esa asistencia se les presta o no.
La decisión de Utah sigue la estela de otros estados, también gobernados por el Partido Republicano. Es el caso de Florida, que el año pasado desaconsejó la atención de reafirmación de género para niños y adolescentes. En este caso se incluyó también la llamada «transición social», en la que un menor modifica su nombre, los pronombres con los que se identifica y la ropa con la que viste.
Otro ejemplo es Alabama, en el que se ha ido más allá y se ha tipificado como delito que los médicos den servicios de reasignación de género a los menores. Arkansas, Arizona y Tennessee, son otros territorios que han promulgado leyes que restringen ese acceso de los menores a la transición de género.