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18 de abril de 2024

Federico Tutau

Federico Tutau, Jefe del Servicio de Farmacia del Hospital del HenaresFederico Tutau

Entrevista a Federico Tutau

«Con la eutanasia, el Gobierno está utilizando a los profesionales sanitarios como verdugos»

El Jefe del Servicio de Farmacia del Hospital del Henares opina sobre cuestiones como las listas de objetores de conciencia

La Ley Orgánica 3/2021 del 24 de marzo de regulación de la eutanasia es una más de las leyes ideológicas aprobadas en nuestro país por el gobierno de Pedro Sánchez. La norma ha generado controversia en todos los sectores de la sociedad, incluidos los propios sanitarios, que son los ejecutores de esta medida que atenta directamente contra el derecho a la vida. Por ello, hablamos con Federico Tutau, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital del Henares, para preguntarle qué le parecen cuestiones tan espinosas como las listas de objetores de conciencia o que la ley se haya aprobado al margen de los sectores profesionales implicados.
–¿Cuáles son las funciones del Servicio de Farmacia de un hospital?
–Por un lado, nosotros atendemos a tres tipos de pacientes en el hospital. Tenemos al paciente que está ingresado, del cual desde el Servicio de Farmacia revisamos la historia clínica en profundidad y vemos todas las características que tiene el paciente, sus analíticas, etc; para hacerle llegar el medicamento adecuado y la dosis necesaria, por lo que la parte logística tiene mucho peso. Luego están los pacientes ambulantes, que muchas veces necesitan medicamentos muy complejos y peligrosos, como es el caso de la mezcla de quimioterapia para un hospital de día. Y por último están los pacientes externos, que son aquellos que vienen a recoger al hospital una medicación como si lo hicieran en su farmacia, pero son medicamentos de uso hospitalario que luego se los toman en casa para el tratamiento de enfermedades como el VIH o patologías como el cáncer u otras enfermedades que requieren fármacos biológicos y un seguimiento más exhaustivo en colaboración con el especialista. Por otro lado, también tenemos un papel muy importante en la Comisión de Farmacia del Hospital, que es donde se decide la política de uso de medicamentos, y también en otras comisiones.

Con un disfraz de bien, a través de la eutanasia se hace un mal importantísimoFederico TutauJefe del Servicio de Farmacia del Hospital Henares

–¿Se está vulnerando el código deontológico de los farmacéuticos con la ley de eutanasia?
–Totalmente. En el código deontológico, uno de los principios es no provocar daño a nadie de forma voluntaria y tratar de buscar el bien para todos los pacientes. Con el tema de la eutanasia, con un disfraz de bien se hace un mal importantísimo. Se puede plantear que es una forma de aliviar el sufrimiento, pero nuestra profesión, al igual que medicina, son carreras científicas, y justo la ciencia es lo que aquí se está cortando de raíz. No hay ciencia aquí, solamente ideología. La ciencia permite aliviar el sufrimiento, y existen otras formas. Por ejemplo, el tema de los cuidados paliativos. Es verdad que hay recorrido todavía por delante, pero la decisión de acabar con la vida de una persona es un fracaso de la ciencia. Sinceramente, que no cuenten conmigo y que no cuenten probablemente con la mayor parte de los que han estudiado una carrera vocacional como es Farmacia, Medicina o Enfermería.
–¿Qué le parece que hayan hecho la ley de eutanasia sin contar con los sectores implicados?
–El posicionamiento que ha habido por parte de los diferentes colectivos profesionales y de otras organizaciones expertas en bioética (como la Organización Médica Colegial o el Consejo General del Colegio de Farmacéuticos) ha sido un no rotundo ante esta ley desde el principio hasta el final. Pero desde el Gobierno, desgraciadamente, están dando más valor a la ideología que a la ciencia.
–¿Esta ley afecta directamente a todos los farmacéuticos o solamente a los que trabajan en los hospitales?
–Esta ley de la eutanasia afecta fundamentalmente a los que trabajamos en el hospital. Salvo para administrar el medicamento, prácticamente en todo lo demás nos han metido a los farmacéuticos del hospital. Hay dos posibles escenarios; por un lado, en el caso de que la medicación vaya a ser administrada por el profesional sanitario, nosotros como farmacéuticos somos los que tendríamos que preparar los kits con los medicamentos que se requieren, la medicación sedante, los analgésicos y la medicación intravenosa que le va a provocar la muerte. Pero hay otro escenario, y es aquellos casos en los que el propio paciente es el que se va a tomar el tratamiento que le va a provocar el coma y nosotros tenemos que preparar la fórmula magistral de este tratamiento oral. Cuando leo la composición de una fórmula magistral, los componentes, las dosis que se utilizan, solamente leerla me causa bastante malestar. En cuanto ves una dosis un poco elevada de un medicamento ya te alertas, y en este caso las dosis son tremendamente elevadas porque claro, son para provocar la muerte del paciente.

Desde el gobierno están dando más valor a la ideología que a la cienciaFederico TutauJefe del Servicio de Farmacia del Hospital Henares

–¿Qué opinión tiene de la lista de objetores? ¿Puede suponer la objeción un problema en el desarrollo profesional de un farmacéutico?
–Desde el primer momento yo me inscribí en el registro de objetores. Sinceramente, me parece una vergüenza que tengamos que inscribirnos en un registro. Realmente no me he encontrado a nadie que me haya dicho que esté a favor de practicar una eutanasia. No digo que no los haya, pero yo todo lo que me he encontrado a mi alrededor es una posición contraria. Creo que cuando la posición mayoritaria es diferente de la que plantea esta ley, el registro se debería plantear en situación contraria, es decir, aquellos que quieran practicarla que se apunten al registro, y los que no, que nos dejen tranquilos. En cuanto al desarrollo laboral, no sé si puede llegar a tener alguna repercusión, pero yo creo que mi ética profesional y humana están por encima de cualquier perjuicio que pueda suponer.
–¿Qué perfil de pacientes suelen solicitar la eutanasia? ¿Influyen factores como la soledad?
–No me cabe duda. Influyen varios factores, como la soledad, el sentirse abandonado, el sentirse una carga. Y también el sufrimiento de la propia enfermedad. Me parece que nuestra misión como profesionales sanitarios es tratar de solucionarlo, pero no solamente como profesionales sanitarios, sino también como sociedad. A esta gente no se la puede dejar abandonada, hay que tomar medidas. El Gobierno y la sociedad en general deberían preocuparse por estas personas que llegan al extremo de querer lo peor que pueden desear, que es la muerte para sí mismos. Desear la muerte es claramente un fracaso. Es un fracaso de la sociedad en general.
–Hoy por hoy, los cuidados paliativos no son una especialidad y tampoco hay mucha facilidad para acceder a ellos. ¿Realmente son tan costosos los medicamentos que se emplean en cuidados paliativos que suponen un freno para que se extienda su uso?
–En mi hospital no tenemos una unidad de cuidados paliativos. Yo creo que más que el tema del coste de los medicamentos de los cuidados paliativos, el problema es el acceso. Pero hay centros de cuidados paliativos donde los pacientes entran con ganas de morirse, pero tienen un final de su vida que lo viven con felicidad, con confort, con alegría. Se les alivia el sufrimiento físico y psicológico. La atención de los cuidados paliativos es una alternativa muy coherente con la ciencia, muy coherente con el sentido vocacional y ético de nuestra profesión, que busca aportar el mayor bienestar al paciente y aliviar el sufrimiento, especialmente en esos momentos finales. Yo creo que se debería apostar por eso, pero se ha inmiscuido en todo esto una parte ideológica que quiere cambiar totalmente nuestras bases. Nuestra profesión es otra cosa.

Necesitamos el apoyo de la sociedad para que no se pierda la confianza en los sanitariosFederico TutauJefe del Servicio de Farmacia del Hospital Henares

–En Países Bajos se puede solicitar la eutanasia incluso en caso de padecer enfermedades mentales que son tratables. ¿España va camino de convertirse en eso?
–Todavía no, porque la ley está recién incorporada, pero creo que se está abriendo una puerta a que esto pueda ocurrir. En mi hospital yo no conozco que se haya dado ningún caso de eutanasia, aunque en la Comunidad de Madrid sí ha habido algunos. Pero lo que ahora es anecdótico, habría que ver dentro de cinco, de siete años, si es algo más habitual. Yo creo que los promotores de estas leyes de la eutanasia son los que están alertando al resto de los países con sus resultados. Algo que inicialmente nace con muchas restricciones, como ahora en España, que el paciente tiene que padecer una enfermedad grave e incurable para solicitar la eutanasia, abre una puerta que es muy difícil de controlar, es lo que se llama «la pendiente resbaladiza».
–Por último, ¿hay algún mensaje que le gustaría transmitir a la sociedad sobre el tema de la eutanasia?
–Sí. Creo que cuando el Gobierno utiliza a los profesionales sanitarios como verdugos necesitamos el apoyo de la sociedad para que no se pierda la confianza en los sanitarios. Tenemos una vocación de ayudar, y de aliviar el dolor. Creo que la sociedad tiene que ayudarnos a defender ese papel y esa vocación profesional que tenemos. Los profesionales sanitarios estamos ahí para aliviar el sufrimiento, no para acabar con la vida de la persona.

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