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29 de marzo de 2024

Un niño duerme sobre su pupitre

Un niño duerme sobre su pupitreGTRES

El aumento del cociente intelectual se resiente: ¿somos más tontos que hace 50 años?

Un análisis masivo de datos muestra un empeoramiento general respecto a hace décadas

Desde la década de 1930, el coeficiente intelectual (CI) del ser humano ha ido aumentando exponencialmente al calor del acceso a la educación, la mejora de la alimentación y, en definitiva, el desarrollo del Estado de bienestar. Lo descubrió el investigador estadounidense James Flynn a finales de los años 70 y fue el momento a partir del cual se asumió que ese patrón, conocido como el ‘efecto Flynn’, suponía que cada generación superara a la anterior en cuanto a inteligencia. ¿Es realmente así? Una investigación de la Universidad de Northwestern (EE.UU.) acaba de arrojar la sombra de la duda, y somos nosotros, las sociedades actuales, los que no salimos muy bien parados.
Al analizar los datos del llamado Proyecto de Evaluación de la Personalidad de Apertura Sintética, una prueba de personalidad en línea gratuita, la Universidad revisó los resultados de 400.000 estadounidenses entre 2006 y 2018 y constató empeoramientos respecto a muestras anteriores en tres de las cuatro áreas cognitivas analizadas.
Ya fuera en habilidades de razonamiento verbal (lógica y vocabulario), razonamiento matricial (resolución de problemas visuales y analogías) o series de letras y números (computacionales/matemáticos), los datos recabados por los investigadores reflejaban resultados más bajos que las pruebas similares realizadas anteriormente. Por el contrario, el único apartado en el que la tendencia de crecimiento se mantenía eran las habilidades de rotación 3D, es decir, el razonamiento espacial.
Publicado en la revista Intelligence, una de las autoras del trabajo, Elizabeth Dworak, se apresura a mandar un mensaje de tranquilidad: «No significa que su capacidad mental sea menor o mayor; es solo una diferencia en los marcadores que favorecen las muestras más antiguas o más nuevas. Podría ser simplemente que los encuestados están empeorando a la hora de realizar las pruebas», tercia.

Causas

¿Cuáles son las causas de la caída? El trabajo no indaga en ellas, pero Dworak apunta a las mismas con las que se asocia el ‘efecto Flynn’: cambios en la alimentación (para mal, en este caso), peor estado de salud general, empeoramiento de la educación o del medio ambiente y, tal vez también, un mal uso de las redes sociales. «Existe un debate sobre las causas de este descenso, pero no todos los marcadores están cayendo; uno de ellos está subiendo. Si todos los indicadores fueran en la misma dirección, podríamos hacer una pequeña narrativa al respecto, pero ese no es el caso. Necesitamos investigar más para profundizar en ello», indicó.
En 2018, una investigación publicada en la revista PNAS apuntó a la misma conclusión de CI general más bajo, aunque en esa ocasión la 'justificación' tuvo que ver con la disparidad de la metodología del siglo XX para medir la inteligencia en comparación con la que sería adecuadas para los tiempos actuales.
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