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22 de mayo de 2024

Productos de higiene femenina

Productos de higiene femeninaPixabay

Salud

Las sustancias químicas presentes en los productos de higiene femenina: ¿son peligrosos?

Las compresas y los tampones que utilizan la mayoría de mujeres durante la menstruación están compuestas de plástico y otras sustancias con un largo tiempo de descomposición

Los productos de higiene femenina son productos de primera necesidad. La mayor parte de las mujeres necesitan recurrir a ellos al menos una vez al mes y, aunque es cierto que actualmente existe una gran variedad de alternativas, las compresas y los tampones desechables continúan siendo los más comercializados en todo el mundo.
Las compresas están conformadas en un 90 % por plásticos, entre los que destaca en polietileno, el polipropeno y el poliéser, además de contener fibras de celulosa, fragancias, polímeros superabsorbentes, pigmentos colorantes, emulsionantes y sustancias hidratantes. Por su parte, los tampones generalmente contienen algodón, rayón, polietileno, polipropileno y poliéster.
Además, según explican en la revista médica MedicalNewsToday, pueden contener sustancias como el perfolifluoroalquilo y el polifluoralquilo (PFAS), conocidas como sustancias químicas eternas o permanentes debido a su largo tiempo para descomponerse, y pueden ocasionar efectos perjudiciales en el organismo. Sin embargo, no suelen incluirse en el etiquetado, por lo que es difícil determinar qué productos las contienen. ¿Y qué son estas sustancias? ¿Pueden ser perjudiciales para la salud?

PFAS

Tal y como explica la doctora Sherry Ross, obstetra-ginecóloga y experta en salud de la mujer en el Centro de Salud Providence Sant John's en California en declaraciones recogidas por MedicalNewsToday, «los PFAS que se encuentran en los productos menstruales han sido durante mucho tiempo un tema de conversación por sus efectos potencialmente dañinos para el usuario». «Los químicos permanentes dañinos de lo PFAS pueden permanecer en el cuerpo y causar problemas hormonales y reproductivos, supresión inmune y posibles riesgos de cáncer», detalla.
Estos químicos han sido vinculados al cáncer, al daño hepático y renal, a la enfermedad cardiovascular, a la obesidad, a la diabetes y a la disfunción del sistema inmunológico.

Síndrome de shock tóxico menstrual

Por otro lado, un estudio sobre el síndrome de shock tóxico menstrual asociado a dispositivos llevado a cabo por los investigadores Patrick Schlievert y Catherine Davis apunta a que, efectivamente, productos como los tampones pueden ser menos respetuosos con las condiciones vaginales, ya que no absorben la humedad de la zona, lo que puede derivar en infecciones vaginales de distintas bacterias, entre las que se encuentra el Staphylococcus aureus, capaz de producir el síndrome de shock tóxico, una enfermedad grave pero rara que se caracteriza por fiebre alta, erupciones cutáneas seguidas por descamación, hipotensión, vómitos y diarrea y posiblemente conducente a un fallo orgánico multisistémico.
Eso sí, tal y como señalan en su estudio 'Síndrome del shcok tóxico y tampones' los investigadores Un Schuchat y CV Broom, «Ha habido una reducción sustancial en la incidencia del síndrome de shock tóxico en los 10 años desde que se reconoció por primera vez la asociación entre los tampones y dicha enfermedad. La menor incidencia del síndrome de shock tóxico menstrual puede explicarse principalmente por cambios en la absorbencia y composición de los tampones disponibles para el consumidor. La reducción de su aparición también se puede atribuir a la retirada de la marca Rely, que tenía una composición única, y posteriormente a la disminución de la absorbencia de todas las marcas de tampones».

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