
La estatura varía mucho en todo el mundo y algunos países tienen clara ventaja
¿Por qué los españoles son los más bajos de Europa? Un estudio de Cambridge revela el motivo
Los varones españoles tienen una estatura media de 174 centímetros, y las mujeres 163, mientras que la media de la OCDE es 177 y 164 centímetros, respectivamente
Solo hace falta darse una vuelta por el resto de Europa para llegar a una conclusión: los españoles somos bajitos. Aunque generalmente levantamos más que asiáticos o hispanoamericanos, nuestra estatura es inferior a la de alemanes, escandinavos o el resto de europeos.
En concreto, los varones españoles tienen una estatura media de 174 centímetros, y las mujeres 163, unos centímetros por debajo de la media de los países de la OCDE, que es de 177 y 164 centímetros, respectivamente. Pero, ¿por qué ocurre esta diferencia?
Un estudio de las universidades de Cambridge, Copenhague y California Berkeley ha respondido a la cuestión. Después de analizar cientos de restos humanos con miles de años de antigüedad, se ha hallado la respuesta, que reside principalmente en la herencia genética que hemos ido recibiendo de nuestros antepasados.
Las principales diferencias, según especifica el estudio, ocurren hace 45.000 años, coincidiendo con las migraciones. Los habitantes del norte y del sur de Europa se han relacionado de diferente forma y, por tanto, han evolucionado en diferentes caminos.El divulgador Jorge Alcalde explicó en Cope que la clave de todo «se encontraría en los genes, en las diferencias de herencia genética que hemos ido recibiendo a lo largo del tiempo las diferentes comunidades de Europa». Unas características que perduran en el tiempo pese a la cantidad de años que han pasado desde las grandes migraciones.
En Europa hubo tres grandes migraciones de Homo sapiens, una desde Eurasia, otra de Oriente Medio y una última desde la estepa siberiana. «Cada una de esas migraciones nos trajo una dotación genética diferente», explica Alcalde.
Al igual que la estatura, otros aspectos también se han visto influenciados por estos antepasados. Por ejemplo, algunos europeos como los nórdicos son más propensos a sufrir enfermedades como alzhéimer, depresión o esclerosis múltiple.