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Estufa de leña/carbón

Estufa de leña/carbónFreepik

Cómo evitar una intoxicación por monóxido de carbono, responsable de un centenar de muertes cada año en España

El fallecimiento de un niño de nueve años en La Bañeza (León) ha puesto de manifiesto los riesgos derivados de las calefacciones de carbón

Un niño de nueve años ha fallecido y otras cuatro personas han resultado afectadas, entre ellas otros dos menores de ocho y once años, por inhalación de gas procedente de una calefacción de carbón. Lo sucedido esta semana en la localidad leonesa de La Bañeza no es un caso aislado en nuestro país. Según las estimaciones de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) estima que la intoxicación por monóxido de carbono provoca de media 125 muertes cada año en nuestro país.

En este sentido, debido a que este gas es completamente silencioso, representa un gran peligro ya que pasa totalmente desapercibido para los seres humanos. De hecho, muchas de las intoxicaciones suelen tener lugar cuando el núcleo familiar está realizando actividades cotidianas. Esto, unido a la gran cantidad de sistemas y formas en los que se genera monóxido de carbono –como estufas de gas, generadores portátiles, o la quema de carbón o madera– hace que haya que estar muy pendientes de una posible intoxicación.

Cómo prevenir la intoxicación

Para evitar una posible intoxicación por monóxido de carbono, que en muchos casos puede ser mortal, es esencial que las fuentes de combustión en espacios cerrados, como calderas a gas o estufas de leña, se instalen correctamente y cuenten con una ventilación adecuada. Si la ventilación no es suficiente, abrir una ventana puede ayudar a reducir la acumulación de monóxido de carbono y permitir que escape al exterior. Los conductos de salida de gases de calderas y otros sistemas de calefacción deben ser revisados regularmente para detectar posibles grietas o fugas.

Existen detectores de monóxido de carbono diseñados para uso doméstico que alertan cuando se detectan niveles peligrosos de este gas. Si se sospecha de la presencia de monóxido de carbono, es importante abrir las ventanas, evacuar el hogar y revisar la fuente de emisión del gas. Mantener un monitoreo constante de estos detectores es clave para detectar el gas antes de que cause una intoxicación. Al igual que los detectores de humo, se recomienda instalar detectores de monóxido de carbono en todas las viviendas.

Además, es importante estar atentos a los síntomas de intoxicación. Si empiezas a experimentar algunos de ellos, lo primero que debes hacer es respirar aire fresco de inmediato, abrir puertas y ventanas, apagar estufas, hornos y calentadores, y abandonar la casa. Finalmente, contacta a los servicios de emergencia lo antes posible.

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