La Eurocámara reclama endurecer normas de etiquetado de productos que contengan sustancias químicas

El Parlamento Europeo ha aprobado este martes una posición firme a favor de reforzar la regulación del etiquetado de productos que contengan sustancias químicas, exigiendo mayor transparencia informativa y promoviendo el uso de alternativas más seguras a los compuestos considerados preocupantes.

Esta postura, respaldada por una amplia mayoría, servirá como base para las futuras negociaciones con el Consejo de la Unión Europea con el objetivo de perfilar el marco legislativo definitivo. El debate se enmarca en el paquete normativo propuesto por la Comisión Europea que incluye tres iniciativas clave destinadas a agilizar la evaluación de la seguridad de las sustancias químicas en la UE, facilitar el acceso a los datos relevantes y mejorar la cooperación entre las agencias implicadas en esta materia.

Los eurodiputados han aprobado por mayoría los tres informes legislativos vinculados a esta reforma. En concreto, el documento relativo a la creación de una plataforma común de datos sobre sustancias químicas recibió 481 votos a favor, 170 en contra y 22 abstenciones. Asimismo, el informe sobre la redistribución de competencias y el refuerzo de la colaboración entre agencias fue respaldado por 486 votos, frente a 171 en contra y 18 abstenciones. Finalmente, el texto relativo a la restricción del uso de determinadas sustancias peligrosas en equipos eléctricos salió adelante con 482 votos a favor, 110 en contra y 81 abstenciones.

Una de las piezas centrales de la propuesta de la Comisión es la constitución de una plataforma de datos unificada que integre toda la información disponible sobre sustancias químicas conforme a la normativa europea, incluyendo aspectos como peligrosidad, propiedades fisicoquímicas, niveles de presencia en el medioambiente, emisiones, usos o sostenibilidad. Esta base de datos facilitará además la estimación más precisa de la exposición de la población europea a dichas sustancias, mediante un sistema que recoja indicadores como la presencia de compuestos químicos en fluidos corporales, tales como sangre o leche materna.

No obstante, el Parlamento ha introducido modificaciones relevantes al texto original para reforzar su ambición. En este sentido, los eurodiputados han reclamado que el etiquetado de los productos incluya de manera obligatoria información detallada sobre las sustancias químicas que contienen, así como sobre alternativas más seguras cuando estas existan. El objetivo es mejorar el acceso de los consumidores y empresas a datos que les permitan tomar decisiones más informadas.

Además, el Parlamento ha abogado por fomentar la publicación de todos los datos de investigación disponibles y por estandarizar el proceso de recogida de información, lo que contribuiría a una mayor fiabilidad y comparabilidad de los datos. Igualmente, los eurodiputados han insistido en la necesidad de perfeccionar los mecanismos de alerta temprana ante riesgos químicos emergentes. Para ello, proponen incorporar nuevas fuentes de datos y definir con mayor precisión las medidas que deben adoptarse tras la activación de una alerta.

Por último, la Eurocámara también ha expresado su respaldo a una mejor coordinación entre las distintas agencias de la Unión Europea que desempeñan un papel en el ámbito de la evaluación de sustancias químicas. Entre ellas figuran la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). El objetivo es aprovechar sinergias, evitar duplicidades y mejorar la eficacia de la respuesta científica y técnica ante los desafíos que plantean los productos químicos en el entorno comunitario.