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Grupo en contra de la eutanasia en Reino Unido

Grupo en contra de la eutanasia en Reino UnidoEFE

Polémica en Francia y Reino Unido por la aprobación de la eutanasia: «Somos médicos, no asesinos»

Nueve de cada diez médicos de cabecera en Reino Unido está en contra de legalizarla

La cultura de la muerte vuelve a ser, una vez más, el tema principal de la polémica en el Reino Unido y Francia. Ambos países, que ya tienen legalizado el aborto, buscan avanzar en políticas contrarias a la vida y dar luz verde a la eutanasia, una práctica que mató a 334 personas en España en 2023. En ambos territorios, esta polémica decisión se está llevando a cabo sin tener en cuenta el código deontológico médico, el cual pide «respeto por la dignidad del paciente», y sin escuchar a los profesionales, quienes gritan a viva voz que son «médicos, no asesinos».

En Francia, Emmanuel Macron, presidente del país, no tuvo suficiente con incluir el derecho al aborto en su Constitución –convirtiéndose así en el primer país del mundo en hacerlo–, sino que ha querido dar un paso más y lanzar una nueva proposición de ley sobre la eutanasia, la cual comenzó sus trámites el pasado lunes en la Asamblea Nacional con un complejo y extenso debate.

El texto, aprobado el pasado 2 de mayo en comisión y cuyo voto final tendrá lugar el próximo 26 del mismo mes, se ha encontrado con una gran disparidad. No solo entre la ciudadanía, sino también entre los distintos grupos políticos y profesionales de la salud. Sin ir más lejos, se creó un debate entre Catherine Vautrin, ministra de Sanidad del país galo, quien aseguraba que «ningún profesional médico estará obligado a llevar a cabo eutanasias» y el diputado conservador y médico en ejercicio, Philippe Juvin, que expresó que la iniciativa legislativa permitirá aplicar la eutanasia incluso a «pacientes muy enfermos que podrían vivir aún varios años».

El texto inicial –cuyo debate parlamentario se detuvo 11 meses por las elecciones anticipadas– se dividió en dos, uno sobre el reforzamiento de los cuidados paliativos y otro sobre la «ayuda activa a morir», nombre que finamente decidieron en la comisión. Antes de entrar al pleno, la tensión era más que evidente.

El ex primer ministro Gabriel Attal, una de las caras visibles del macronismo y jefe parlamentario del principal partido que respalda al Ejecutivo, defendió la propuesta con sutil moderación para demostrar empatía con los sectores provida. Por el contrario, el conservador Bruno Retailleau, ministro del Interior, consideró que el texto a debate es «profundamente desequilibrado» a favor de la eutanasia frente a los paliativos, una práctica –al igual que en España–nada valorada.

Los médicos también reaccionaron en contra de esta polémica acción de matar. Según una encuesta publicada por La Tribuna, un 71 % de los facultativos considera que la eutanasia podría ir de la mano con los cuidados paliativos. De hecho, la Asociación Médica ha denunciado en un informe que es «desfavorable» establecer «un procedimiento de muerte asistida activa para menores y personas incapaces de expresar su voluntad». Además, en el caso de que el texto avance, pedirá, entre otras cosas, una cláusula de conciencia que garantice la independencia del médico.

Reino Unido, en la línea de Francia

Desde que a finales de noviembre el Parlamento británico aprobó en la Cámara de los Comunes (baja) el Proyecto de ley sobre adultos con enfermedades terminales (final de la vida), que permite a los enfermos en etapas terminales mayores de 18 años pedir la eutanasia, los políticos a favor de esta controvertida práctica están haciendo todo lo posible para que llegue a buen puerto y todos los ciudadanos y profesionales apuesten por ella.

Tras varios meses de parón, el próximo 16 de mayo, en la misma cámara, se celebrará una nueva sesión, presentada por la laborista Kim Leadbeater, quien está a favor, al igual que el primer ministro, Keir Starmer, de ayudar a los pacientes enfermos a morir sin opción a tener unos cuidados paliativos de calidad.

El proyecto de ley se introdujo el pasado mes de octubre después de una intensa discusión entre los grupos a favor de la cultura de la muerte y los que defienden la vida de todo ser humano. La denominada campaña 'Dignidad al morir' considera que esta polémica práctica permite al enfermo decidir sobre cómo acabar su vida. Por el contrario, el grupo 'Cuidado, No Muerte', argumenta que debería ponerse más foco en los cuidados paliativos, una especialidad que ayuda al paciente y que escasea en el país.

A pesar de la votación, su aprobación no será inminente. Una vez que los diputados se posicionen a favor o en contra del proyecto en esta tercera lectura, la pieza legislativa pasará a la fase de comités para que los parlamentarios presenten enmiendas. Tras esto, pasará a la Cámara de los Lores (alta).

Durante este gran revuelo, donde los políticos alientan a sus ciudadanos a recibir la eutanasia, ya que si mueren después de los 75, los herederos pagarán más, diversos grupos de médicos han alzado la voz. Para saber su posición, la BBC envió más de 500 cuestionarios a los profesionales británicos, preguntándoles si estaban de acuerdo o no con esta forma de matar a pacientes.

Al obtener los resultados, la redacción del medio comprobó que de los 1.000 que habían respondido, 500 estaban en contra de una ley para matar y 400 apostaban por ella. En este sentido, uno de los doctores que no avala la norma denunció que era «atroz», «sumamente peligrosa» y «cruel». «Somos médicos, no asesinos». Por el contrario, uno de los profesionales que quiere que se dé luz verde a la ley aseguró que la norma es «muy esperada» y «un derecho humano básico».

El análisis de la BBC, llevado a cabo entre los meses de marzo y abril, demostró que nueve de cada diez médicos de cabecera estaban en contra de legalizar la eutanasia por miedo a que los pacientes diesen el paso por considerarse una carga para los familiares o para el servicio de salud. En la misma línea, más de la mitad de profesionales dijo que, además de ser una práctica terrible, iba en contra de sus creencias religiosas. En este sentido, hablaron de la vida como algo «sagrado» y calificaron esta práctica de «pecaminosa». Algunos hicieron referencia al mandamiento de «no matarás», concluye el medio.

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