Sanidad lanza una campaña para alertar del repunte de infecciones de transmisión sexual entre jóvenes

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha presentado este lunes una campaña institucional bajo el lema «Ya tendría que tener mala suerte», que busca corregir el desfase entre la percepción de riesgo y la realidad de las infecciones de transmisión sexual (ITS), un fenómeno especialmente preocupante entre los jóvenes.

Durante su intervención, García explicó que «las ITS afectan especialmente a la población joven, pero esa misma población es la que no se siente especialmente interpelada. Existe una disonancia entre la percepción de riesgo y la realidad epidemiológica, y es en esa disonancia donde las ITS encuentran un terreno perfecto para seguir propagándose».

Uno de los objetivos clave de esta iniciativa es desmontar el estigma que vincula las ITS con grupos sociales específicos o con generaciones distintas a la actual. La ministra alertó de que el incremento en los casos no obedece a prácticas excepcionales, sino a una disminución de la percepción de riesgo cuando las relaciones sexuales se producen entre personas de entornos cercanos. Esto, explicó, genera una falsa sensación de inmunidad.

«Esto al final genera una falsa sensación de inmunidad, este típico ‘a mí no me va a pasar’, y lo cierto es que estas ITS están afectando sobre todo a la gente joven, a las chicas heterosexuales, a hombres que tienen sexo con otros hombres», advirtió la titular de Sanidad.

Además, la ministra señaló que muchas de estas infecciones no presentan síntomas en las fases iniciales, lo que refuerza esa sensación equivocada de seguridad. Por ello, la campaña apuesta por un enfoque empático, orientado a visibilizar lo que no se ve a simple vista, y a promover la prevención a través del conocimiento y el autocuidado.

«Y de ahí que nuestra campaña se centre desde la empatía, en desmontar creencias falsas y en hacer visible lo que es invisible. Queremos aumentar la prevención desde el autocuidado, desde el conocimiento y desde la salud compartida para reducir ese caldo de cultivo en el que las ITS se acaban propagando», afirmó García.

Entre los datos epidemiológicos mencionados, destacó el incremento de infecciones como la sífilis o la gonorrea, frente a una estabilización en los casos de VIH gracias a años de políticas preventivas. En este contexto, la ministra subrayó una visión más amplia de la salud sexual: «Más allá de estos datos, hay algo que queremos dejar muy claro: la salud sexual no es solo no tener enfermedades, es también bienestar, es también placer, es autonomía, es información, y es también tener todas las herramientas para poder cuidarse y para poder decidir con libertad».

En el marco de esta estrategia, García recordó que el Plan Estratégico de Prevención y Control del VIH y las ITS 2021-2030 incorpora por primera vez un enfoque específico en este tipo de infecciones.

Por su parte, Asunción Díaz Franco, investigadora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, aportó cifras más precisas, apuntando que los hombres de entre 25 y 34 años concentran una proporción especialmente alta de casos de gonorrea, sífilis, Chlamydia trachomatis y linfogranuloma venéreo. En esta última infección, los varones representan un 98 % de los casos.

En cuanto a los mecanismos de transmisión, Díaz señaló que «en el caso de la sífilis, las relaciones homosexuales entre hombres fueron las responsables de la transmisión en un 72 por ciento de los casos, un 10 por ciento de mujeres heterosexuales, un 5 por ciento en hombres heterosexuales y, en el caso del linfogranuloma venéreo, prácticamente la totalidad se atribuyeron a relaciones homosexuales entre hombres».

También intervino Margarita del Cisne Guerrero Calderón, directora general del Instituto de la Juventud, quien relacionó el aumento de casos con un inicio cada vez más temprano de las relaciones sexuales y con el acceso precoz a la pornografía. Según datos citados, aunque el 46 % de los jóvenes dice usar siempre preservativo, un 11 % no emplea ningún método, lo que se explica, en muchos casos, por la confianza en la pareja o la falta de preservativos.

Asimismo, destacó que un 9 % recurre a métodos naturales como el «coitus interruptus» o el método del calendario, que, como advirtió, «evidentemente no protegen de absolutamente» ninguna ITS ni de embarazos no deseados.

Del Cisne concluyó señalando una aparente contradicción en los hábitos de los jóvenes: «En cualquier caso, lo que sí vemos es un contraste, hay una preocupación por la salud en global de las personas jóvenes, pero mientras que esto se ve con mucha claridad en la salud mental, por ejemplo, hay un descuido en la salud sexual».