Amelia Valcárcel, presidenta de FEMES, en una imagen de archivo
Un sector de feministas del PSOE pide la dimisión de Redondo por las pulseras
Femes, que reúne a académicas, juristas y militantes socialistas, ha querido remarcar que su postura responde a un convencimiento de que la actual dirección ministerial ha perdido la capacidad de liderazgo en una materia clave
La Asociación Española de Feministas Socialistas (Femes) ha exigido la renuncia de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, al considerar que es la responsable directa de «la falta de explicación y de claridad» en torno a las recientes incidencias con las pulseras telemáticas de control a agresores de violencia machista.
En un comunicado hecho público este viernes, la organización –fundada en 2022 y presidida por la filósofa Amelia Valcárcel– criticó con dureza la actuación del Ministerio de Igualdad, al que reprocha no haber ofrecido «ninguna explicación convincente» sobre los fallos detectados en el sistema de seguimiento telemático de maltratadores.
La asociación sostiene que la falta de transparencia de la cartera que dirige Redondo resulta incompatible con la magnitud del problema. Por ello, reclaman que asuma responsabilidades políticas inmediatas y abandone su cargo. «La gota que ha de colmar el vaso de la paciencia de las feministas socialistas con esta ministra de Igualdad» es cómo definieron la polémica en su nota oficial, en la que insistieron en que los fallos del sistema comprometen la seguridad de las mujeres que dependen de este recurso de protección.
Desde Femes entienden que el Ministerio no puede permanecer sin rumbo ni credibilidad ante una cuestión tan delicada. Así, plantean la necesidad de que otra figura con un compromiso más firme y con mayor capacidad de gestión tome las riendas del departamento. «Otra persona con convicciones feministas y más energía para sacar adelante su trabajo, coja el timón del Ministerio de Igualdad y lo salve de su deriva», reclamaron en su declaración.
El comunicado recuerda que la entidad, nacida con el propósito de mantener vivo un feminismo de raíces socialistas clásicas, lleva tiempo advirtiendo de lo que percibe como una pérdida de seriedad y rigor en la política de Igualdad. La crisis de las pulseras antimaltrato se suma, a su juicio, a una serie de episodios que reflejan un deterioro en la gestión ministerial.
Este nuevo frente político llega en un contexto especialmente sensible: el sistema de control telemático es uno de los pilares de protección a mujeres en riesgo, y su mal funcionamiento genera alarma tanto en la sociedad civil como en las asociaciones feministas. El hecho de que no se ofrezcan explicaciones públicas convincentes ha intensificado la desconfianza hacia el departamento que encabeza Redondo.
Femes, que reúne a académicas, juristas y militantes socialistas, ha querido remarcar que su postura no responde a un mero desacuerdo coyuntural, sino a un convencimiento de que la actual dirección ministerial ha perdido la capacidad de liderazgo en una materia clave. Para ellas, la credibilidad de las instituciones que deben proteger a las víctimas no puede verse erosionada por la falta de respuestas.
Con esta petición de dimisión, la asociación busca abrir un debate más amplio sobre el rumbo del feminismo institucional y sobre la necesidad de reforzar los mecanismos de control que garantizan la seguridad de las mujeres en situaciones de violencia. Una exigencia que coloca a la ministra en el centro de la controversia y que anticipa un pulso político de mayor calado en los próximos días.